Capítulo 24

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¡Si que se enfado por lo de la apuesta!- se decían en la sala común sentados frente al fuego en el sillón grande.
Se nota que tienen un ego grande.- sonrió Hermione. Después con mala cara dijo- ¡Esperadme un momento! ¡Me eh dejado el libro de Transformaciones en el Gran Comedor!- dijo mientras se levantaba y corría al retrato de la señora gorda, segundos después ya no estaba.
Bien Ronnie.- le dijo sonriéndole Kate- No puedo aguantarme más, creo que ahora que no esta es un buen momento para preguntártelo.- soplo hondo y con cara maliciosa y bajando la voz le dijo- ¿te gusta Hermione, verdad?
¿¡QUE!?- chillo Ron levantándose y tirando su silla al suelo, toda la sala común se volteo a él y se sentó sonrojado. Más discreto le pregunto- ¿De donde has sacado eso?
De las miradas que le envías.- le respondió con una mirada picara Kate-, y otras cosas ¿sabes una cosa?
No... no te entiendo en nada- se sonrojo Ron.- primero que si me gusta Hermione, que algo de cómo la miro, que yo que se que cosas te imaginas tú...
Bueno- contesto la chica poniéndose sobre las dos patas de la silla y tambaleándose de adelante a atrás-, olvida todo eso, solo te advierto que como no intentes disimular...
¿De que hablas?- se inmuto a decir Ron mirando a otro lado. Harry y Cole miraban extrañados sucesivamente a cada uno.

"¡El libro! ¡El libro!"- pensaba Hermione. Mientras corría escucho un ladrido, aunque fue un ladrido flojito- ¿Qué a sido eso?- se volteo un par de veces a los lados y al fin alcanzo a ver a un perro grande y negro muy parecido a un Grim entonces recordó a Sirius y acaricio al perro diciéndole bajito- ¿Hocicos?- la respuesta fue una lamida en la mano. Hocicos la agarro de la túnica y se la llevo a una aula vacía, ella la abrió y entraron, después echo un hechizo para que cuando se acercase alguien ellos lo advirtieran- Ya esta.- la chica miro al sitio donde anteriormente había estado Hocicos, que paso a ser Sirius.
¡Querida Hermione!- le sonrió él dándole un abrazo.
¿Qué...? Hermione se tambaleo un poco extrañada, se sentó y le pregunto- ¿Qué haces aquí? ¿Ha pasado algo malo?
Pues...- dudo Sirius- ah pasado lo que temíamos, han muerto muggles, aurarores, magos. La amasacre ya a llegado, ahora el señor tenebroso a alcancazo un nivel muy alto, esperemos que no sea el más alto. Y estoy aquí por que Dumbledore se preocupo, además, quería veros ¿Cómo estáis? ¿Que tal la escuela? ¿Y la orden?
Muy bien todo.- respondió la chica aun un poco aturdida por la sorpresa de Sirius.
¿Dónde están Harry y Ron y esos amigos que tenéis nuevos?- pregunto Sirius.
En nuestra sala común...- murmuro ella- ¿No te a dicho Dumbledore que todos los alumnos ya saben que eres inocente? ¿Por qué te haces pasar por perro?
Pues muy fácil- contesto él dándole unas palmaditas en la cabeza-. Si alguno de ellos es un Mortifago y se entera de que estoy aquí podría matarme.
Ah- sonrió ella-, claro... ¿Y por que no utilizas la poción multijugos?- apunto pensativa.
Ya lo pensamos... pero ¿en quien me convierto?
No lo se.- finalizo rindiéndose Hermione- ¡Sirius!- chillo ella al ver que la puerta se volvía de color amarillo, lo cual significaba que alguien estaba a bordear la esquina. Él entendió y se transformo en perro y se fueron. Hocicos se fue y Hermione siguió su camino. Entro en el aula y cogió su libro. Se dirigió a la sala común, pero vio a Fred detrás de una estatua y se quedo paralizada, después reacciono y le saludo- ¿Qué haces aquí?
Me escondo.- contesto en tono burlón él.
¿De quien?- insistió ella. Fred le estiro del brazo y ella se sonrojo cayéndose de rodillas al suelo.
Ss... No hagas ruido...- le susurro el al oído poniéndose un dedo encima de los labios. Volvió a susurrar- George y yo le hemos gastado una broma a la profesora Delacour.
¿Le llamas profesora y por el nombre?- le susurro ella sorprendido.
Si, ahora si.- se rió bajito él a ver a la profesora salir de su despacho con el cabello, la cara y la túnica de tinta negra. Cuando se hubo marchado se levantaron y continuaron hablando- Gracias Hermione por no delatarme.
De... de nada- jadeo ella. Estaban solos, no había nadie por los pasillos, él tenia una mano sobre su hombro derecho, se lo tenia que decir- Fred- el nombrado se volteo-... yo... quería decirte que... bueno que... ¡QUE ME GUSTAS!- acabo ella abrazada fuertemente a su libro, para su suerte solo él y ella lo oyeron.
Yo...- Fred se sonrojo. Él a ella no la quería, la veía como una buena amiga estudiosa, además, estaba su hermano- Yo... mira, lo siento mucho... pero es que tu amor no es correspondido, además, hay alguien que conoces estupendamente que esta mucho por ti...- no sabia que decir. Muchas chicas se le declaraban, pero Hermione era diferente- Lo siento.
Bueno- dijo cabizbaja- tranquilo...- después volteo y Fred alcanzo a ver una lagrima en su mejilla. Hermione corrió con todas sus fuerzas hacia la sala común, cuando llego susurro al retrato de la señora gorda que estaba charlando con otro retrato- Lengua de plata- el cuadro le dejo paso.

La hija de Lord VoldemortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora