Capítulo 42 - Ignorada y dudosa confidencia

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Varias semanas después...


Felix estaba haciendo lo posible para ser un buen empleado en el restaurante de su primo, incluso llegó a pensar que era divertido y que podría obtener una que otra ventaja trabajando ahí, como pedir los números telefónicos de algunas lindas chicas.

Las mujeres lo notaban porque el mayor de los Lee realmente era apuesto. Hasta había participado semanas atrás en un desfile de moda en una de las tantas fiestas de caridad a las que asistía Seonghwa, y Felix creyó que tal vez una carrera en la industria de la moda no era una mala idea.

Esa tarde en particular, Felix y Minho se mantenían más ocupados que de costumbre. Un grupo grande de estudiantes había ido a celebrar su ingreso a la universidad y Hyunjin les dio a los hermanos Lee la tarea de atenderles. Y había sido una excelente decisión puesto que, los estudiantes estaban muy complacidos y dijeron que iban a recomendar el lugar con sus familiares y amigos. Últimamente el restaurante había ganado más popularidad entre los jóvenes.

En la hora de su descanso, Felix fue al cuarto de los empleados a comer un refrigerio y continuar con sus deberes de la escuela. Estaba tan ocupado que apenas si tenía tiempo de respirar; aunque en realidad era una exageración de su parte porque sabía muy bien que les dedicaba demasiado tiempo a los juegos en línea, y que por ello a veces dormía sólo tres horas. Definitivamente tendría que dejarlo.

Felix suspiró y tomó otro trozo de zanahoria para llevárselo a la boca, luego observó a su hermano entrar al cuarto y no pudo evitar pensar que Minho ya era un adulto. En días pasados había cumplido dieciocho años y muy pronto se matricularía en la universidad. Felix deseaba que ambos estudiaran juntos otra vez.

—Y, ¿cómo vas con Hyunjin? —preguntó de pronto Felix, obteniendo la total atención de su hermano, aunque por el largo suspiro que exhaló el menor supo que no muy bien.

Minho cerró su casillero y se sentó frente al mayor.

—Hyunjin está tan inmerso en su trabajo que no tiene tiempo de fijarse en nadie —explicó Minho mientras el otro fruncía el ceño—, además, creo que sólo le gustan las chicas —concluyó con la voz llena de decepción y Felix pensó que su hermano se echaría a llorar.

—¿Cómo sabes que sólo le gustan las chicas? Qué tal si es como yo, que gusta de ambos.

Y Minho se sorprendió al escuchar aquello; estaba seguro que a su hermano mayor sólo le atraían las mujeres.

—Creí que sólo salías con chicas, Felix.

—Oh, no. También he salido con chicos.

—¿Sales con alguien ahora?

—¡¿Bromeas?! Apenas tengo tiempo de dormir entre la escuela, el trabajo y los deberes. ¡No puedo ni comer correctamente!

Minho rió ante sus gestos y luego suspiró de nuevo, poniéndose serio.

—Como sea, he decidido dejar mi enamoramiento por Hyunjin —continuó, un tanto cabizbajo—. Después de todo el tiempo que he tratado de llamar su atención, me di cuenta que nunca se fijará en mí. Él es demasiado maduro y sofisticado como para notarme.

—No te menosprecies así, Minho.

—No lo hago, sólo quiero ser realista, y no quiero ilusionarme con algo que tal vez nunca llegue a existir.

Felix le miró con pena, pero también entendió que, aunque su pequeño hermano se hiciera el fuerte, estaba herido por dentro; sin embargo, pensó que eso era mucho mejor a que Hyunjin le hubiera rechazado directamente.

𝑬𝒍 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐 (𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝒔𝒂𝒏𝒈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora