Capítulo 43 - Consensual y escéptico hallazgo

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Yeosang estaba recuperando su común y alegre vida poco a poco. Las leves secuelas del accidente no le impidieron regresar a la escuela porque, con ayuda de Seonghwa y la hermosa y comprensiva familia que ya tenía, su situación había sido mucho más fácil de enfrentar. Tampoco eran demasiados los medicamentos que debía tomar y sus terapias cada vez eran más aisladas. Su memoria regresó por completo y su amor por Seonghwa nunca desapareció, así que todo cuánto había conocido, de nuevo estaba siendo parte de su día a día. Incluso sus viejos maestros abogaron para que cursara el año que le faltaba en la universidad, y por eso Yeosang regresó con sus amigos a su divertida (y algo monótona) vida de estudiante.

—Soobin , no has dicho nada desde esta mañana, ¿acaso no estás feliz porque volví a la escuela? —mencionó Yeosang con un aire de decepción. Soobin era su mejor amigo y no parecía del todo contento por su regreso.

Choi parpadeó, atrayendo la atención de Kang; justo estaban en la cafetería tomando el almuerzo.

—Lo estoy, de verdad, Yeosang. El que estés bien y hayas regresado a la universidad, me hace muy feliz.

—No te escuchas muy convencido —interrumpió Felix, quien de pronto apareció para unírseles en la mesa—. Si mi mejor amigo regresara después de enfrentar la muerte, estaría saltando y gritando de felicidad.

—Y-yo... estoy muy feliz —reiteró Choi al borde de las lágrimas—. De hecho, es uno de los días más felices de mi vida, p-pero...

Y el agua salada resbaló por sus mejillas ante la atónita mirada de sus amigos. Felix se desconcertó y de inmediato la culpa lo invadió, por otro lado, Yeosang se trasladó al asiento junto al de Soobin y empezó a palmearle la espalda con suavidad.

—Lo siento.

—No es culpa tuya, Felix —aclaró Yeosang mientras sacaba un pañuelo de su bolsillo—. ¿Qué sucede, Soobin ? —preguntó con suma preocupación, y de pronto su amigo se le echó encima para abrazarlo.

—Es por Ho Won —logró decir con la barbilla en el hombro del otro joven—. Él se fue, para siempre...

Y aquello sorprendió a Yeosang en demasía; era algo que jamás hubiera esperado. Las cosas parecían estar muy bien entre los dos, inclusive creyó que llevaban una relación más profunda.

—Yo fui valiente, le hablé de mis sentimientos, pero el dijo que no podía haber nada más entre nosotros porque arruinaría nuestra amistad. Hoy supe que se casará con una chica que conoció hace unos meses. Ella es de Japón y él se mudó hace unos días. Y lo siento, estoy muy feliz por ti, pero, es muy duro para mí enterarme de esto.

Las lágrimas de Soobin continuaron cayendo, empapando el suéter de lana de su amigo. Felix apretó los labios y no pronunció más palabras, después de todo, él no sabía nada sobre las relaciones amorosas como para dar un buen consejo; aunque Yeosang también se quedó en silencio, porque nada de lo que le podía decir en ese momento le serviría, sólo podía esperar a que el llanto de Soobin le tranquilizara un poco, ya después tendría tiempo de hablar con él y hacerle entender que había muchas personas que lo querían y que estaban dispuestas a ayudarle a sobreponerse.

Algún día lo superaría, y todo el dolor que sentía en ese momento se convertiría en un mal sueño.

Algún día lo superaría, y todo el dolor que sentía en ese momento se convertiría en un mal sueño

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𝑬𝒍 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐 (𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝒔𝒂𝒏𝒈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora