Bad Reputation (Pt 2 Rumors Has It)

Visita Al Médico.

Hola otra vez, si estoy de vuelta con un capítulo más patrocinado porchikane_hipster207 es como mi guía Kaylor :3 cuando entro en crisis ella me salva por eso les dejo un capítulo más.

Espero sus comentarios que alimentan mi alma ficker ja, ja, ja, ja

Taylor bajó la vista, efectivamente su miembro estaba tan erecto como si apenas hubieran empezado, suspiró, estaba segura que no aguantaría más, la sintió ir bajando repartiendo besos para sentir la lengua de nuevo en su vagina, acariciaba ese punto que estaba muy sensible y su cuerpo se sacudió todo, en verdad necesitaba un descanso, y rogaba porque después de esto Karlie quedara rendida, tal cual estaba ella así que la empujo para hacer un esfuerzo, se subió sobre ella para comenzar a besar su cuerpo suavemente e ir bajando poco a poco hasta llegar hasta su miembro e irlo introduciendo suavemente en su boca, Karlie hecho su cabeza hacia atrás fascinada, en verdad estaba tan duro como si no hubieran hecho nada durante las últimas horas o días la rubia lo acariciaba con la lengua y labios lo mejor que podía, aunque había eyaculado parecía que la castaña no terminaba de satisfacerse, de pronto lo sintió sacudirse en su boca, sonrió esperando que fuera lo último, tragó rápidamente para no ahogarse y seguir acariciando el miembro de Karlie.

— Diablos, Taylor – Suspiró.
— ¿Mejor?
— Casi – Sonrió.
— Karls ¿Qué sucede? – Expresó preocupada.
— La última, lo prometo.
— Si no pasa, iremos al médico – Sentenció.
— ¡Hecho! – Sonrió.

Taylor paso su pierna por encima de la castaña para sentarse en su vientre, poso sus manos sobre sus pechos y se fue sentando poco a poco sobre el enorme miembro de Karlie, estaba tan duro, tan caliente, y enorme ¿hacía cuanto no había estado dentro de ella? Claro que sabía la respuesta, tenía contado los días, semanas y meses sin ella, soltó un gemido de entre dolor y placer, estaba agotada, su zona intima estaba asombrosamente húmeda, pero dolía, por la sensibilidad que tenía.

— ¡Dios Karlie! Se siente tan de-dentro – Gimió.
— Eso es amor, no pares – Gruñó Karlie.
— Es que no voy a soportarlo mucho – Aceptó – Estás tan firme y yo agotada – Gimió.
— Es la última amor, lo juro – Empujó la cadera.
— ¡Karls! – Lloriqueo.
— Taylor, Taylor – La tiró bajo ella – Mírame amor, mírame.
— Yo no... Aaahh.

Sintió a Karlie acomodarse mejor para comenzar a penetrar sin piedad, sabía que estaba excitada e incluso ella lo estaba pero estaba demasiado sensible de algunas partes que el placer era doloroso, si Karlie no terminaba en esa última vez definitivamente llamaría a un médico, no soportaría toda la noche sin descanso, su pensamiento estaba en eso, cuando abrió los ojos, su corazón latió cuando sus ojos se toparon con esos verdes que la veían brillantes y depredadores, sonrió para acariciarle la mejilla suavemente, la empresaria se inclinó para besarla, el beso era tierno, suave nada comparado con las penetraciones que hacía, sentía de nuevo esa corriente eléctrica juntarse en su vientre lista para ser liberada y no veía a su chica que quisiera detenerse, de pronto sucedió, el orgasmo la alcanzó a la par de Karlie, sintió a la chica disparar dentro de ella mientras ambas gemían, Karlie lo hacía un tanto animalesco y la rubia cayó en la cama rendida, sentía a Karlie seguir eyaculando dentro de ella, su miembro se sacudía dentro de ella, era demasiado semen pensó pero no paraba de pronto la castaña cayó sobre ella suavemente para no lastimarla, era como si toda la energía que tenía hacia un rato hubiera sido drenada con el líquido que seguía expulsando, tras unos minutos todo había terminado.

— ¿Estás bien? – Preguntó Taylor.
— S-si – Apenas habló.
— Creo que iremos al médico.
— Estoy bien Tay – Suspiró.
— No creo que sea normal cielo, duras demasiado tiempo con una erección, apenas me das tiempo de reponerme, mis piernas y brazos ya no pueden y que decir de otras zonas ¿Qué sucedió?
— No lo sé, sencillamente estaba deseosa de ti, y verte así terminó por hacerme excitar de esa manera.
— No creo que sea normal Karls.
— Tranquila, todo está bien ¿tú estás bien? – La observó.
— Cansada, sedienta, hambrienta, y toda manchada.