CAPITULO 38

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Tul tomó a su primo por la espalda y lo separó de Lee.

-¡Maldita sea cálmate!, ¿qué te pasa?- dijo mientras lo arrastraba hacia atrás, pero su primo parecía estar en un trance eufórico, las venas de su cuello y la de sus brazos se marcaban por la fuerza que ejercía, y no cedía ante sus intentos por calmarlo, -Mew escúchame-, volvió a decir.

-¡¿ahora necesitas ayuda?!...ha...¡eres patético Mew!

Gritó Lee desde el otro lado, mientras los de seguridad entraban junto con Ohm para tratar de controlar la situación.

Ninguno de los que estaban dentro de ese caótico escenario sabían los hechos, no tenían idea de cómo el caballeroso dueño de RELIEF y su cliente habían terminado en una situación así, pero desde el pasillo ya se podían escuchar los murmullos desconcertados y ojos acusadores que comenzaban a maquinar sus propias ideas.

Max quien era el que menos entendía, solo atinó a cerrar la puerta y bloquear las vistas por el momento, mientras uno de los guardias intentaba dispersarlos en el pasillo.

Dentro, Tul seguía intentando controlar al par de hombres, pero en medio de todo Mew intensificó sus intentos por soltarse ante el comentario retador de Lee.

Era imposible que tuviera suficiente, su ira no se había apaciguado todavía y su mente estaba nublada, algo en la mente de Mew seguía gritando que acabara con Lee, y gracias a la increíble fuerza que ejerció, logró soltarse dirigiéndose de nuevo hacia él sin importarle que en el camino ya estaba otro de los guardias, pero esta vez fue bloqueado por Gulf quien firmemente se paró frente a él conteniendo su cuerpo con sus manos.

-Basta Mew ya es suficiente, por favor escúchame primero...-dijo entre jadeos, su cuerpo se estremecía ante la furia que observaba en los ojos de Mew.

-¡vamos Mew¿ eso es todo?...besé a tu novio,¿ lo recuerdas?- gritó Lee.

Gulf volteó a mirarlo lleno de impotencia, sus ojos se volvieron feroces en un segundo, pero Mew estaba peor, lo apartó bruscamente antes de que pudiera decir algo y de nuevo lanzó un fuerte puñetazo a la cara de Lee, este retrocedió con las comisuras de los labios sangrando.

Una risa burlona apareció entre el desastre.

Ninguno estaba dispuesto a detenerse, a menos que uno de ellos desfalleciera.

-¡ya fue suficiente! ¡si no se calman se vienen conmigo!

Dijo alterado Tul.

Ambos sujetos se detuvieron por segundos, pero por su actitud, era obvio que hacían caso omiso a sus palabras.

El pecho de Mew subía y bajaba con fuerza, sus firmes pectorales quedaron al descubierto por la camisa rasgada y una gran mancha de sangre contrastaba con su pálido tono de piel.

Tul escaneó rápidamente el cuerpo de Mew y el de Lee al mismo tiempo, ambos tenían magulladuras, moretones y labios sangrantes, pero no una herida profunda.

Arrugó su frente mientras sus ojos seguían las gotas rojas en el piso y se asustó en cuanto se dio cuenta de quien se trataba.

-Gulf...estas herido...- dijo mirándolo con asombro.

Gulf levantó la mano con indiferencia, girándola para observar mejor, una enorme herida cruzaba su palma casi en totalidad, la sangre era aterradoramente abundante, pero él no hacia mayor gesto de dolor.

Mew se sorprendió, sus ojos llenos de rabia fueron reemplazados por la preocupación, corrió hacia él y tomó su mano con cuidado, sus labios se abrieron en forma de O, antes de decir.

-¡GULF...POR DIOS!......PERO CÒMO....YO...GULF.., VAMOS AL HOSPITAL...-la pelea sin fin, el odio en los ojos, el caos en su totalidad, se detuvo, Mew rodeó la cintura de Gulf y sin mirar a nadie más se fue en un instante.

Lee  dejó de forcejear y se quedó en absoluto silencio, para ese momento los rastros de ebriedad se habían esfumado, solo quedaba la horrible sensación en su pecho.

-¿debemos llevar esto a otra instancia?

Dijo Tul a su lado, Lee solo movió la cabeza en negación y salió del lugar, las personas que se amontonaron en el pasillo poco a poco se dispersaron.

Para cuando los de seguridad controlaron la situación,  Tul salió rápidamente del bar seguido de Max, el auto de Mew ya no estaba y aunque estaba preocupado prefirió no llamar porque estaba seguro que  no recibiría respuesta.

-¡hay carajo!

Dijo sacudiendo su cabello con frustración.

No podía hacer más que esperar.

¿Cómo se hirió Gulf?

Mientras Mew y Lee luchaban como si no hubiera un mañana, Gulf reaccionó a mitad de todo, y esta demás decir que intentó detenerlos, sin embargo ninguno lo escuchaba, lanzaban puños al aire, caían y se levantaban como lobos salvajes, Gulf trató de bloquearlos, pero ellos combinados tenían una fuerza descomunal, en la violenta pelea fue accidentalmente empujado hacia atrás  y terminó chocando con el espejó que ya estaba agrietado en un extremo.

Su mano se sostuvo entre los pedazos incrustados, cortando su palma en un segundo, Gulf sintió como una herida sangrante palpitaba a la altura de su mano, como miles de agujas incrustándose, pero poco le importó.

Su mente solo estaba en querer detener la pelea. Era una realidad que lo que más le asustaba era que Mew malinterpretara la situación en la que lo encontró con Lee.

Mew entró en una crisis, subió con Gulf al coche y aceleró hacia la clínica más cercana, no dijo nada, ni una sola palabra desde que quedaron solos, y eso puso más nervioso al más joven.

-Mew puedo explicarlo, no es lo que piensas...

-shhh, hablemos después.

Fue lo único que dijo, el resto del trayecto fue envuelto en un silencio espantoso, en menos de quince minutos llegaron a una clínica donde limpiaron la herida de Gulf, suturaron y vendaron, a pesar de ser una herida grande y de cuidado afortunadamente no era profunda.

Salieron del lugar media hora después, sin que Mew haya aceptado atenderse y subieron de nuevo al auto dirigiéndose a casa.

La fría madrugada, era solitaria y aterradoramente taciturna.

Las luces a lo largo de la carretera pasaban una tras otra, dibujando aleatoriamente el perfil de ambos.

Tanto Mew como Gulf tenían la mirada al frente, no pronunciaron ninguna palabra tampoco, no encendieron la radio porque habría sido demasiado obvio, lo único que se escuchaba es el correr del auto en la carretera y los latidos, que de alguna forma seguían palpitando con fuerza.

Gulf estaba aterrado, muchas ideas cruzaban por su mente, de reojo pudo ver el perfil de Mew el cual parecía hermosamente inmutable conduciendo, tenía las palabras atoradas en la garganta desde hace mucho, quería explicarle, pero de nuevo se detuvo esperando a llegar al departamento.

¿Por qué tenía que suceder algo así?

Hace un par de horas estaban coqueteando en el bar y ahora parecían estar en dos mundos aparte.

Internamente Gulf maldijo su suerte.

WAY BACK HOMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora