CAPITULO 10

1.1K 174 10
                                    

Lee despertó con un fuerte dolor de cabeza, por lo general se controla al momento de beber, pero parecía que la borrachera de la noche anterior se le fue de las manos.

Incluso amaneció en el departamento de otra persona, ¿cómo había pasado eso?

Todo empezó desde aquel evento.

Era una noche con el bar lleno, sin clientes problemáticos, con un ambiente ligero y contagiante, pintaba para ser una de esas noches buenas.

Pero todo cambió desde que captó a Gulf hipnotizado con aquel sujeto en la tarima, que cantaba con mucho sentimiento, llamando la atención de los asistentes.

En otras circunstancias habría alabado su talento, pero al ver como Gulf lo miraba y como él miraba a su empleado, era imposible que lo hiciera.

Con solo recordar esa escena su dolor de cabeza empeoraba.

El sonido al digitar el código de la puerta fue realmente molesto de escuchar.

Entró al que si era su departamento, con el rostro pálido y la mirada desenfocada caminó directo a su dormitorio.

Sin poder sacar ese pensamiento de la mente.

Lee constantemente mantiene su atención en Gulf, conoce de sobremanera su personalidad y sabe que nunca presta atención a quien sea que esté interesado en él, así que no se preocupa en absoluto de que termine saliendo con alguien.

Pero, las miradas sutiles entre él y ese hombre, y las sonrisas fugases que aquel tipo solo tenía con Gulf, había acabado con sus nervios instantáneamente.

¿Quién era ese hombre?

¿Por qué Gulf reaccionaba de esa forma cuando lo veía ?

Nunca tuvo el placer de ver los ojos de Gulf tan llenos de sentimientos, ni su rostro tan cautivador como ayer, fue fascinante, pero doloroso.

Fue como verter limón en su garganta, le irritó hasta los huesos.

Pero ¿por qué no lo soporta?, la respuesta es simple, a Lee le fascina secretamente Gulf, tanto, que es producto de sus sueños más salvajes cada noche, pero acercarse de esa forma a su sexy empleado desde el principio fue imposible.

Habría terminado recibiendo un buen golpe en la cara antes de que Gulf renuncie.

Se limitó a mirar y seguir con su vida como si ese sentimiento no importara, después de todo, verlo todos los días y tener conocimiento de que seguía soltero frenaba de alguna forma lo que en realidad deseaba.

Pero todo cambió de un momento a otro, cuando la presencia de aquel hombre creó una barrera aún más difícil de sobrepasar.

Lee se lanzó a la cama aun con la ropa del día anterior y fregó su rostro con impaciencia, ¿Qué debía hacer ahora?

Gulf, el hermoso hombre de ojos obscuros y absorbentes, con un cuerpo tentador y una sonrisa brillante, llamó su atención desde el segundo en que entró al bar.

Lo contrató sin dudarlo, que más daba que no tuviera experiencia, no podía dejar ir a un prototipo tan sexy como él, que se presentaba en bandeja de plata en sus dominios.

Creyó que sería fácil.

Si hay algo que Lee quería simplemente iría por ello, ya lo había hecho antes, nunca fallaba y lo que quería era a ese hermoso chico entre sus brazos.

Pero con el pasar del tiempo se dio cuenta que no tenía ni la más mínima posibilidad, no importaba cuantas indirectas y miradas furtivas le lanzara, ni el trato especial que quería darle, nada sirvió.

WAY BACK HOMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora