Capítulo 21. Pintame de azul.

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Invité a comer a Luna, por suerte Delayla me dio las llaves de la camioneta de Diego y logré escaparme del martirio al que me tenía que enfrentar.
Aun no encontraba las palabras para hacerle saber a Luna el lío en el que mi primo me habia metido.

-¿Que es lo que me querias decir? -me preguntó Luna- Hace rato te interrumpi.
-Olvidalo Luna. -volteando al frente-
-Diego dijo que era algo muy importante.
-¿Que quieres pizza o hamburguesa?
-la ignore-
-Míchel por favor, cuentame.
-Esta bien. -detuve la camioneta- Pero primero hay que comer porque mi nivel de energia esta por el suelo.

Ella sonrió de lado.

Bajamos de la camioneta y entramos al restaurante.
-Voy a ordenar. -le dije y ella asintió-

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Michel estaba actuando raro, primero me ignoró y después puso mil pretextos, aunque sinceramente yo también tenia hambre.
Voltee a verlo, atrapandome con su inigualable estilo...cabello ondulado castaño claro, jeans flojos, unos convers negros deslavados, camiseta blanca y su chamarra cafe. Quería correr a abrazarlo, no puedo estar sin él.
Observé que la chica frente a él en la fila le estaba coqueteando, me mataba de ternura porque él volteaba a cada rato hacia a mi y me decia "Te amo", podia leerlo en sus labios rojizos.
Por fin tomaron su orden y venía feliz hacía la mesa en donde estaba sentada.
-Mira, la cajera me dio su número.
-puso un papelito sobre la mesa y se sento frente a mi-
-Mhm -voltee hacia la ventana ignorandolo-
-¿Estas celosa? -se acercó casi subiendose a la mesa-
-N...-mientras me dio un beso frances-
-¡Míchel! -Me quede perpleja y solté una carcajada- ¿Que te pasa?
-Te amo mi celosita. -mientras me beso la nariz-
-Me metiste la lengua hasta la garganta. -susurre-
El soltó una carcajada.
Mientras la mesera puso nuestra comida sobre la mesa.
-Aquí esta su orden, provecho. -sonrió sin dejar de mirarlo le guiño el ojo-
-Gracias. -le dije levantando las cejas-amor, ¿no pediste salsa picante?
La mesera volteó a verme con cara de desagrado.
-Ahorita se las traigo. -se alejó-
-¡Eso! -me miró e hizo una seña con su mano- Me gustan las que marcan territorio.
-Imbécil, te adoro. -rodee los ojos y sonreí-
-Sabes que yo también solo te miro a ti ¿verdad?
Lo hago desde hace meses, por eso no soportó que alguien mas te mire.
-Eso explica muchas cosas...
-Exacto. -le dio una mordida a su hamburguesa-
-¿Que es lo que mas te gusta de mi?
-pregunté mirándole a los ojos mientras me comía mis papas a la francesa-
-Tus ojos negros, que me hacen recordar el oscuro fondo del oceano por eso me encanta sumergirme en ellos.
-Eso sono muy superficial y cursi.- lo mire con poker face- Pero... gracias por el cumplido.
-Luna...-rodeo los ojos y sonrió- Me encanta que seas diferente, que entiendas el sarcasmo, que tengas un sentido del humor único y sobre todo me gusta ver tu cara sonrojada al escuchar todo esto...
Yo sentía que parecia un tómate a esas alturas.
-Me gusta tu sencillez, tu sinceridad, tu lado sentimental... en fin me gusta todo de ti.
Ahora fui yo la que pase por encima de la mesa y lo besé.
-Mmm -dijo mientras movió la cabeza de arriba hacia abajo- beso sabor hamburguesa ñam.
Ambos nos comenzamos a reír.

-Ahora responde la misma pregunta...¿que te gusta de mi? -me miró fijamente-
-Me gusta mmm... -dije volteando hacia arriba y baje la mirada de nuevo- que te preocupes por los demás antes de preocuparte por ti mismo, que siempre entiendas mis chistes y no necesité explicarte...
-Aja, soy todo un galan.
-Tonto -reí- Me gusta que te arriesgues a todo sin importar que tan grande sea el ejército, eres valiente.
Pero sobre todo me gustan esos ojos azules que parecen el cielo reflejado en el mar.
Se acercó y nos besamos.
-Te amare por siempre Luna Ameli.
-Y yo a ti Míchel.

Después de un largó rato comiendo y platicando recordé que tenia que decirme algo...
-¿Ya puedes contarme? -le pregunté-

Él se quedo en silencio y volteó a verme a los ojos.
-Es una tontería. -mientras evadio mi mirada-
-Que importa, quiero saber.
-Diego se molestó porque no le conté sobre nuestra...-carraspeo- relación y lo que queria que supieras esque él la acepta.
-¿Es enserio? -frunci el seño- Tanto escandalo para eso, a mi me da igual lo que él opine.
-Él quiere cambiar y que mejor que hacer las pases con las personas mas cercanas.
- Ajá y yo me chupo el dedo. -respondí con sarcasmo-
-No... -solto un risa pícara- pero puedes chupar otra cosa. -guiño el ojo-
-¡Basta! -solte una carcajada- Ponte serio.
-Estoy siendo lo mas serio posible.
-Bueno me da igual lo que piense u opine sobre esta relación...-suspire- ¿Quieres ir a la playa?
-Vamos.

Nos subimos a la camioneta rumbo a la playa y en todo el camino ibamos escuchando música de los Enanitos Verdes, la banda favorita de Michael.
Llegamos y nos sentamos en las mismas rocas en las que nos enamoramos.
-Este lugar es tan especial. -sonrió-Aquí confirme que mi pez eras tu.
-Cierto... -sonreí-
Se acercó hacia mi y me abrazó tomandome de la cintura, yo puse mi cabeza en su hombro.
-Luna...
-Mande...
-Frente a esta playa maravillosa quiero pedirte algo...
-Aja dime...
-¿Puedo ser tu novio?
Voltee a verlo a los ojos.
-Claro que si.
Mientras nos besamos con la misma intensidad que la primera vez.
-Eres el amor de mi vida, no quiero estar con nadie más, solo contigo.
-Te amo. -le respondí, nos volvimos a besar de manera tierna y después nos abrazamos.
Al alejarnos volteamos hacia el horizonte en donde los colores azules se mezclaban.
-Te parece si nos vamos...-sonreí- Olvide el protector solar.
-¿Vamos al departamento por el mio? -preguntó- Si quieres...
Mire la hora y eran las dos de la tarde.
-Esta bien. -sonreí- Aunque regresamos y vamos a durar poco tiempo aqui, esque tengo que ir a casa temprano.

Después de unas cuadras llegamos al edificio y entramos al departamento el cual estaba solo, no habia señal de Diego.
Lo seguí y entramos a su habitación, estaba muy oscura, apenas unos rayos de luz se colaban por las persianas.
Me recoste en la cama y Míchel estaba buscando en unos cajones.
-¿Por que no prendes la luz? -me puse de pié y la encendí, regresé a sentarme en el borde de la cama-
Míchel volteo a verme con el protector solar en la mano.
- Aqui está. -sonrió-

Nos miramos a los ojos y él se abalanzó sobre mi.
Nos comenzamos a besar de manera intensa y de la nada se puso de pié arrancandome el aliento.
-¿Estas lista? -preguntó con voz baja y excitada-
-Mhm -respondí-
Mientras apagó la luz.
Se acercó sigilosamente a mi y comenzó a besarme el cuello.
-Míchel... -hable con dificultad y gemi-
-Mhm -respondió con sus labios en mi cuello-
-Hazme tuya. -nos besamos en los labios y de manera lenta juntamos nuestras lenguas-
Me quitó la ropa y yo se la quite a él, mientras nuestros cuerpos se empalmaban lentamente sentía que pintaba cada centímetro de mi piel de color azul como el océano y el cielo cuando se mezclan en un infinito. Hizo de mi primera vez algo especial.
-Te amo...-gemi-
-También te amo...-gimio, mientras nos besamos con ternura.-

Aun estando desnudos me recoste en su pecho con mi mentón y suspire, mientras un rayo de luz se reflejaba sobre nosotros haciendo resaltar sus ojos azules...
-¿Por que eres tan linda? -sonrió-
-Apuesto que eso le dices a todas.
-Perderias esa apuesta porque...
-volteó hacia su costado tomando su encendedor y un cigarrillo- para serte sincero eso solo te lo digo a ti.
Encendió el cigarro y le dio una calada.
Recoste mi cabeza sobre su pecho y el comenzó a palpar con la yema de sus dedos mi espalda.
-Fue tu primera vez... ¿Verdad?
-Si.
-¿Te gusto? -solto una risa nerviosa-
-Me encantó. -voltee a verlo y suspire- Fue muy tierno.
Solo sonrió y me acerque a besarlo de manera lenta, mientras que se levanto me cargo en sus brazos, enrolle mis piernas en su torso y sin dejar de besarnos entramos a la ducha. Tomamos un baño y masajeo con la yema de sus dedos mi cabello, me elevó de nuevo en sus brazos y mientras caminabamos hacia la cama me miro a los ojos...
-Estoy tan enamorado de ti que me da miedo...-sonrió- ¿Que me diste?
-Tonto -me reí- También te amo...
-rodee los ojos y después sonreí-
Me comenzó a besar por todo el rostro y bajo a mi cuello haciendome reir porque me causaba una sensación de cosquillas.
Me recoste sobre la cama, él camino hacía su closet y recordé que tenía que regresar a casa, me puse de pié cubriendo mi cuerpo con las sabanas, mientras recogí mi ropa y comencé a cambiarme.
Él regresó ya con unos pants negros puestos y dos sudaderas...
-Toma amor, hace frío y no creo que tu sueter te cubra del todo. -mientras se puso la otra-
-Gracias...-me percate que me quedaba como vestido-
-Luna...-se acercó a mi-
-¿Que pasa? -suspire mientras tomo mi rostro con sus manos-
-Jurame que me amaras hasta la eternidad...
-Lo juró...-mientras bajo hacia mi rostro y me beso los labios-

Salimos del departamento y me llevo a casa.
En todo el camino tomo mi mano delicadamente.

-Adios novio. -lo bese en la mejilla-
-Adios novia mia, mi musa, mi princesa...-me beso en los labios- ¡MI TODO! -gritó y le tape la boca-
-¡Shhh! recuerda que esta mi familia en casa. -solte una carcajada- Aun no saben lo nuestro.
-Esta bien... -comenzó a susurrar y nos comenzamos a reir- Luna eres mi todo.

Me baje de la camioneta y me asome por la ventana del lado del copiloto.

-Nos vemos mañana amor. -le dije y beso mi frente-
-Hasta mañana, mi vida. -susurro-

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Se los dejo a su imaginación ahorrandome los detalles, solo dire una cosa...AMOR.
El color azul puede significar tristeza, pero para mi como autora es felicidad.

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