Did I leave you hanging every single day?

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Comenten mucho o lloro

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Si ya no puedo relacionarme contigo
¿Entonces con quién me relaciono?
Y si este es el pasillo largo
¿Cómo llegamos aquí tan pronto?
¿Acaso cerré mi puño alrededor
de algo delicado?
¿Acaso te rompí?
Y estoy sentado en un banco
en Coney Island
Preguntándome,
¿a dónde se fue mi amor?
Perdón por no hacer que seas mi página central.
-Coney Island

Las primeras tres semanas del verano de 1995 se resume en sexo, sarcasmo y rabia.

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Ben lo abraza todo el tiempo ahora. Tantas veces hasta que Harry deja de romper en llanto cada que lo hace.

La tristeza abre paso a la ira.

La ira es familiar. Es territorio conocido. Es todo lo que conoció cuando era niño.

Le responde a tio Vernon sarcásticamente, le pone los ojos en blanco a tía Petunia y se burla de Dudley a cada segundo. Maldice la casa y los amenaza con llamar a Sirius y los aterroriza a cada instante. Disfruta sádicamente la forma en qué se estremecen cada vez que entra en la habitación y silba la canción de Hogwarts tranquilamente mientras se hace un té. No le hace caso a las advertencias de echarlo de la casa, sabe que no lo harán. Parecen demasiado asustados después de que Harry les dice que Voldemort tiene cuernos y es demasiado similar a Satanás.

No lo vuelven a obligar a ir a la iglesia y Harry se ríe para sus adentros.

Odia jodidamente este lugar, esta casa y esta familia.

Se llena de furia, rabia y quiere destruir todo. Quiere patalear porque Hermione y Ron y Dumbledore y Sirius no le están diciendo nada. Porque todo este asunto de Voldemort tiene que ver totalmente con él y lo tienen en la nada. No duerme nada, alimenta a Hedwig y hace su tarea. Su cerebro crea escenarios terroríficos que lo mantienen en un estado ansioso, grita de puro enojo y se arrepiente de cada palabra, decisión e idea que ha tenido.

Ha estado viendo rojo desde que llegó. Siempre ha sido de mecha corta, pero ahora todo lo molesta. Lo que dice Petunia, las toses de Vernon y la risa de Dudley. Una sola mirada o inhalación y el temperamento de Harry subirá a números altos.

Harry siente que se está volviendo loco. Completamente loco.

Pero cuando está en casa de Ben, la mente de Harry se calma y el mundo deja de temblar y solo puede pensar en la forma en qué Ben lo besa y lo suaves que son sus dedos sobre su abdomen.

Harry le da un beso en la clavícula y Ben se queja por las cosquillas. Harry le quita la camiseta y Ben se sienta sobre su cintura. Se siente bien, tranquilo, correcto. Harry dejó de sentir miedo desde hace mucho de estar con Ben. Ahora, se besan durante horas y Harry regresa con un chupetón en el hombro y más pleno que nunca.

-Creo que estoy enamorado de ti, Harry.

Harry sonríe con los ojos cerrados, su cabeza está pegada a la de Ben mientras ambos están acostados en su cama.

-Adulador- murmura. Ben le da un golpecito en el abdomen y lo hace saltar, jadeando de risa.

Harry no le responde, solo alza la cabeza para besarlo. No sabe si es por qué tiene miedo o porque en el fondo, sabe que no se siente de la misma manera. Pero cree que podría llegar a sentirlo, si lo intenta.

Todo se siente correcto hasta que ya no.

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Harry se pregunta cuál fue el último pensamiento de Cedric a veces.

take me to church | Harry y GinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora