take me to church | Harry y Ginny

i found peace in your violence

Este capitulo grita "la autora necesita terapia". Me quedó larguísimo, así que dejen comentarios, por favor:(

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Sí, prefiero ser un amante
que un luchador
Porque toda mi vida,
he estado peleando
Nunca he sentido un sentimiento de comodidad
Todo este tiempo, me he estado escondiendo
Y nunca he tenido a alguien
para llamar mío,
Estoy tan acostumbrado a compartir

-Silence

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El verano empieza como esperaba:

Una absoluta y completa mierda.

Harry ya no está tan enojado como antes, pues ya no tiene a Voldemort en la cabeza, pero eso no impide que caiga en un círculo vicioso de depresión y autodesprecio.

Mientras más lo piensa, más sucio, utilizado e incapaz se siente.

¿Qué tipo de héroe es si tiene una mente tan débil?

Y no ayuda que la casa de los Dursley siga siendo el centro de sus pesadillas. Sus tíos apenas le dan comida, así que Harry empieza a comer de su alijo para poder llenarse. Y mientras más cesa su cantidad, más en pánico entra.

Gracias a Dios, Dumbledore envía una carta sobre buscarlo y llevarlo con los Weasley. Por un minuto Harry cree que es una broma cruel y al final ni siquiera cree que va a presentarse. Así que mañana se decepcionará porque Dumbledore no apareció y luego seguirá compadeciéndose a sí mismo. Así que no se molesta en empacar.

Pero si se va a ir de nuevo, no puede irse sin ver a Ben.

Así que aparece en la puerta de su casa y tarda 20 minutos en armarse de valor para tocar el timbre. Abre la señora McCowell, cuyo rostro se ilumina al verlo.

-¡Harry, cuanto tiempo, querido!- ella se adelanta para abrazarlo. Harry le devuelve el abrazo, sigue oliendo a galletas y perfume elegante.

-¿Como está, señora McCowell?- Harry pregunta, sonriendo suavemente.

-Oh, todo bien. Ahora mismo iba a llevar a Brie a su clase de ballet. Benji me ha dicho que tu padrino murió hace poco, Harry, lo siento mucho.

El estómago de Harry cae y traga saliva. O sea que Ben si recibió su carta. Habría preferido nunca saberlo.

-Si, um, gracias.

La señora McCowell sonríe de una forma que hace sentir a Harry de vuelta a los nueve años.

-Te extrañe, Harry.

-¿Si?- Harry se ríe. La señora McCowell lo peina suavemente. Harry siempre ha sentido que ella ve a través de él, que ella espera que él diga algo.

Pero Harry no lo hace. No lo hará nunca.

-Sí- responde con simpleza- Me haces reír.

-Lo intento.

La señora McCowell sonríe.

-Es obvio que no vienes a visitarme a mí- dice de repente, con amabilidad- Benji está en su habitación. Pasa, cariño.

Harry mantiene el contacto visual con ella. Es una de las pocas personas a las que Harry puede mirar a los ojos simplemente porque las quiere y no porque quiera asustarlas. Es una lista corta.

-Señora McCowell, ¿alguna vez le he dicho que es una de las mejores madres que conozco?

-¿Ah, si? ¿Por qué lo dices?