what was i made for?

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Capítulo impulsivo triste porque volví a caer en un episodio depresivo.

Advertencias: Pensamientos suicidas, menciones de violencia, depresión, menciones de muerte y asesinato, y Harry, que en medio de su tristeza, aún puede ser el mayor simp de Ginny Weasley.

Harry: Como te decía, a veces quiero morirme. ¿Pero viste lo bonita y amable y graciosa que es Ginny? ¿Ya dije que la amo mucho?

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¿Cuándo terminó? Toda la diversión
Estoy triste otra vez,
no le digas a mi novia.
Ella no fue hecha para eso
¿Para qué fui hecho?
-Billie Eilish

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Querido Richard:

Me pediste que escribiera una carta de las cosas que no podía decir en voz alta. Ya me imagino lo larga que será. Cuando la leas, probablemente no seré capaz de mirarte a la cara por meses.

Bueno, llevo tres horas sentado frente a esta hoja de papel y el bolígrafo en la mano, tratando de decidirme entre todas las cosas que no digo en voz alta.

Y supongo que ya no hay marcha atrás. Aquí te va una avalancha de trauma, doc:

A veces pienso que mi vida empezó al conocer a Ginny, y pienso que terminará con ella. Tal vez pienses que somos codependientes, no es necesario que lo digas, yo ya lo sé. Pero no me importa. No me importa porque no puedo encontrar paz en ningún lugar y en nadie que no sea ella.

Y yo quiero paz, Richard. Realmente lo hago. Quiero rutina y besos franceses y dejar de pensar en la crisis del sida y en las visiones falsas de gente muriendo. Quiero aburrimiento, quiero parques de diversiones y hacer chocolate caliente para mis hijos (James con 5 malvaviscos, Al con una pizca de canela, el de Lily tan dulce que es asqueroso, el de Teddy amargo) sin perderme en mi cabeza pensando en cómo nunca tuve a nadie que hiciera eso por mí.

Y no me refiero al chocolate, me refiero a que nadie me había amado lo suficiente como para saber como bebo el chocolate caliente y tuviera la disposición de hacerlo para mí.

Hasta Ginny, claro. Ella sabe que me gusta con un chorrito de vainilla.

A menudo, normalmente en la oscuridad, pienso mucho en mi vida con los Dursley. Pienso en estar encerrado en la alacena, escuchando mis propios pensamientos, tratando de hacer una lista de cosas buenas para no perder la cabeza. No había demasiado. Me gustaba Tom y Jerry, me gustaban los cómics de Garfield en el periódico y las margaritas que crecían en el porche de la señora Figgs.

Pero también pensaba en lo mucho que odiaba estar vivo.

¿No es algo terrible de pensar? Tenía ocho años y pensaba que respirar era demasiado agotador. Tal vez por eso estoy tan mal de la cabeza.

No sé. No sé.

Mi tío gritaba mucho. Cuando tenía cinco años, sus gritos me aterraban más que sus golpes. Pasaba mucho más que los golpes, él gritaba cosas horribles, sobre lo inutil y débil que yo podía ser, sobre lo que me haría si yo era marica, si lloraba, si me quejaba, si no hacía lo que me decían. Amenazas, insultos. Esperaba dentro de la alacena, escuchando mis propios latidos, con miedo del siguiente grito que haría que mis manos temblaran. Tal vez por eso no le grito a mis hijos.

take me to church | Harry y GinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora