threw out our cloaks and our daggers because it's morning now

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COMENTEN POR FAVOR

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No quiero mirar nada más
ahora que te vi a ti
No quiero pensar en nada más ahora que pensé en ti
He estado durmiendo por mucho tiempo en una noche oscura
de veinte años
Y ahora veo la luz del día
Solo veo la luz del día.
-Daylight. Taylor Swift.

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Harry piensa a menudo en la última vez que estuvo en Privet Drive.

A veces, solo desea un cerebro que no lo odie.

Fue dos días después de la batalla. Jamás le ha contado a nadie aparte de Ginny (porque ella también estuvo allí (y porque Harry no le guarda secretos)).

Harry había ido a Privet Drive en el momento en que Hestia y Dedalus devolvieron a sus parientes a su casa. Había estado nervioso, realmente nervioso. ¿Sus tíos harían preguntas? ¿estarían preocupados por él? ¿Habían siquiera pensado en él?

Lo primero que Vernon le dijo fue que recogiera su mierda de su antigua habitación. Así que Harry subió las escaleras con Ginny siguiéndolo. Ella pisa fuerte y mira con furia los portarretratos en las paredes, notando la falta de Harry en ellas.

-Merlín, ¿qué murió en su trasero?- refunfuña cuando Harry cierra la puerta detrás de ellos. Harry suelta una risita sin aliento. Ginny entra a la habitación y se sienta en la cama- Es pequeña.

Harry se recuesta contra la puerta, con las manos aplastadas contra su espalda baja.

-Si- suspira, mirando los viejos libros de Poe y de defensa personal que se asoman del armario. Los pedazos de papel tapiz arrancado porque su tío no quería que tuviera pósters. Odiaba que Harry tuviera personalidad. Y aún más que fueran de David Bowie- Allí, donde está tu pie izquierdo- dice señalando y Ginny mira- La tabla está suelta. Levántala.

Ella hace caso, sonriendo ante la caja de zapatos allí dentro. La caja es amarilla y tiene calcomanías de el Gato Garfield y de Cenicienta descoloridas.

-¿Y esto?

-Ese soy yo, encerrado en una caja de zapatos.

Ginny lo mira de soslayo y la abre. Los colores brillan a la vista. Viejos cassettes que su tío odiaba, de The Eagles, Bowie, Dolly Parton, Cher y Pat Benakar. Calcomanías de arco irís que Ben le regaló hace años, calcetines verdes peludos, una liga esponjosa para el pelo azul. Lápices de colores, un libro de Mickey Mouse para colorear y una diadema negra que le robó a su tía. Un diario y pulseras tejidas que hace Luna. Hay fotografías de ella, Hermione, Ron, Hannah, Neville y Luna, así como de sus padres.

-¿Qué son estos?- pregunta Ginny, alzando una pila de papeles atada con un cordón de zapatos.

-Son fagzines- explica Harry, con una sonrisita que siempre significaba más- Son como revistas independientes. Solo hablan de temas específicos. Así es como los de la comunidad, um, ¿informan? No sé. Solo sé qué debes buscar muy bien para encontrarlos.

Ginny alzó uno. Bisexualidad y otros misterios. Todos están gastados y leídos y queridos. Ginny sonríe con suavidad al ver las notas y dibujos que Harry hizo en las esquinas.

-¿Puedo leerlos después?- lo mira. Harry tiene los ojos perdidos pero aún sonríe con toda la cara al asentir.

-Claro.

Meten todo de nuevo en la caja amarilla, Harry usa una funda de almohada para meter todo lo demás y salen. Harry no se gira hacia la habitación de nuevo, solo cierra de un portazo que hace vibrar los cuadros colgados en las paredes.

take me to church | Harry y GinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora