Hace siglos el mundo se derrumbó entre guerras y se sumió en la oscuridad absoluta.
Ella fue elegida para portar la corona y reinar sobre todos, él estaba destinado a ser su guía y mentor.
Ambos tenían un largo camino que recorrer, ¿Finales inespera...
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- Por dios Han eso fue demasiado. - Dijo Namari molesta saliendo del salón principal.
- Teníamos que llamar su atención, jamás la encontraríamos a menos que ella nos buscara a nosotros.- Han la tomó del brazo frenando su andar.
- Y vaya que lo lograron, ese fue un show espectacular. Admito que la cachetada le dio un toque genuino ¿No han considerado ser actores?
Una mujer con un hermoso vestido blanco aparecía por la puerta del salón secundario llamando la atención de todos los presentes. Por la mirada de Han, Namari supo enseguida que era ella la persona que vinieron a buscar.
Era demasiado atractiva, ojos color miel, cabello pelirrojo adornado con plumas y una cintura diminuta resaltada por un listón. La belleza de aquella chica era candente, a diferencia de Namari que poseía una belleza dulce que en ese momento no le daba seguridad alguna.
Se sentía diminuta ante la mirada de todos, por lo que aprovechando la distracción de Han, liberó su brazo del agarre y reanudo su marcha hasta el jardín trasero sin ser detenida por nadie.
Estaba molesta pero no lograba descifrar si era por la repentina actuación que inconscientemente ofreció a todos los presentes, por la aparición de aquella mujer, o por todo lo que estaba sucediendo en tan poco tiempo.
Sabia que estaba siendo caprichosa, el dolor que le dejo en la mano haber golpeado la mejilla de Han era un recordatorio de que para ella, esta noche estaba saliendo todo mal.
Durante el baile tomándola desprevenida, el muchacho le dio un empujón que la tambaleo hacia atrás haciendo que tropezara con el vestido y cayera. Han alegaba en voz demasiado alta una infidelidad, repetía que no pensaba casarse con ella y fue así que consiguió un bofetón por parte de Namari que no entendía nada de lo que estaba ocurriendo.
[...]
Al ver que Namari salía del salón Han intento detenerla, pero alguien más lo detuvo a él.
- No piensas dejarme aqui parada ¿O si?.- La mujer pelirroja lo tomo del brazo y lo guio escaleras arriba hasta una enorme habitacion. Él decidió no oponer resistencia, Namari necesitaba tiempo, él estaba consiente del mal momento que la habia hecho pasar. Hacia mucho que no podía estar sola y compartir la marca le aseguraba su bienestar, así que la dejo libre por un momento.
- Aqui podremos hablar tranquilos.- Dijo ella cerrando la puerta.
- Celine, sabes que no vine para hablar.
- Escuche que te casaste.- Continuó ella ignorándolo.- Y también que le vendiste tu alma a la niña caprichosa que salió lloriqueando.
- Basta.- Advirtió él.- Estoy seguro de que estas al tanto sobre la boda, sabes que fue una fachada y también sabes que la marca era necesaria.
- ¿De verdad? ¿Una fachada?.- Exclamo Celine con una expresión incrédula en el rostro.- Mi amado ambos sabemos que eres terriblemente inteligente. Pudiste haber dicho que eras hijo de un gran amigo de la familia Fray, pero en vez de eso decidiste ser el prometido de la niña Fray. No me tomes por tonta Han Jisung, por que puede que tu no quieras verlo, pero yo puedo hacerlo, esa niña te gusto desde la primera vez que la viste.
