"La coronación en el bosque de las ninfas"

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Tras la batalla final se decidió guardar luto durante cuatro días, por todos aquellos que murieron desde la invasión de Naím, hasta la partida de Lucifer y Azazel

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Tras la batalla final se decidió guardar luto durante cuatro días, por todos aquellos que murieron desde la invasión de Naím, hasta la partida de Lucifer y Azazel.

Se llevo a cabo una solemne ceremonia a las orillas del rio en el Bosque de las Ninfas. Todos los seres mágicos, hadas, magos e incluso humanos de pueblos cercanos, asistieron para honrar las memorias. 

Durante esos días el ambiente del castillo y sus alrededores fue silencioso y tranquilo. 

Terminado el luto, se comenzaron los preparativos para la coronación de Namari a petición de la diosa Itziar, quien habia insistido fervientemente en realizarla como simbolismo de la nueva esperanza. 

Se dio a la tarea de enviar mensajeros a todas las casas reales tan pronto como fue posible, teniendo al imperio de Irune como invitados especiales, sin embargo, su monarca rechazó rotundamente la invitación, pues el sabia perfectamente que aquello solo significaba el inicio de una nueva guerra. 

El templo, ahora considerado el castillo de la reina de plata, estuvo agitado durante días. Las ninfas del bosque decoraron con hermosas flores cada escalinata y columna del salón con sumo cuidado, dando como resultado el lugar más agradable para la reina y sus invitados.

Han por su parte dedicaba sus días a Namari, entre los nuevos miembros de la corte real lo llamaban el "guardaespaldas de la reina", pues iba con ella a cada pueblo que visitaba y la cuidaba todo el tiempo como si fuese una pieza de porcelana.

A las ninfas, que ahora eran damas de la reina, les gustaba que el guardián las acompañara a cada visita, agradecían la presencia de un hombre guapo en los largos viajes.

Namari estaba enamorada de Han, sin embargo, después del beso ninguno de los dos había mencionado una sola palabra respecto a los sentimientos del otro o lo que planeaban hacer con eso. Namari sabia que Han tendría que marcharse luego de la coronación, así que no se atrevía a planear algo junto a él, aunque aquello le rompiera el corazón se limitaba a disfrutar cada momento que pasaban juntos.

El gran día llegó, era una mañana soleada con una brisa fresca que todos los viajeros agradecieron. Reyes y reinas, señores de grandes casas, personas normales y seres mágicos aguardaban pacientemente en el salón principal, disfrutando de la deliciosa comida y del agua cristalina que brotaba de las fuentes dentro del palacio.

En su habitacion, las ninfas se encargaban de alistar a Namari. Su largo cabello negro ahora estaba recogido en un chongo de caireles decorado con hermosas mariposas de plata y llevaba un amplio vestido del negro más puro, confeccionado por las ninfas.

Un pequeño duende regordete que llevaba la barba perfumada y decorada con flores de brillantes colores, fue el encargado de anunciar el inicio de la ceremonia. Tras la presentación del duende el pasillo del centro fue despejado y al pie de este, pronto apareció Namari.

La atención estaba sobre ella, la gente del pueblo la miraba con alegría y lagrimas, mientras los reyes y reinas se limitaban a analizarla seriamente. 

CORONA DE PLATA ❅ Han JisungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora