Llorando

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Miro como la bruja superior preparar el cuerpo de mi nana, las lagrimas caen en silencio, mi papá se encerró en su habitación y no ha querido salir pero puedo escucharlo llorar, aventar cosas, gritar y volver a llorar, mi nana se había convertido en su mejor amiga, incluso creo que había algo mas entre ellos pero ahora jamás podrá ser.

Fue tu madre— esas fueron sus últimas palabras, me levantó, quito mis lagrimas con mis manos, tomo una chamarra de cuero negra, agarro las llaves de la casa, cuando abro la puerta de la entrada ve a mis amigos mirarme con compasión, también esta Lee, Leander y Warren.

— Nos enteramos de que tu nana falleció— me dijo Lee, traía un ramo de peonias eran las favoritas de mi nana, muerdo el interior de mi mejilla para aguantar las lagrimas.

— Están preparando su cuerpo, pasen y siéntanse como en su casa, hay cafe, galletas, agua o refresco, sírvanse lo que gusten, vendré en un momento— Lennox me tomo del hombro deteniéndome.

— Se lo que planeas y no es una buena idea hacerlo en estos momentos en los que estás vulnerable— me susurro cuando todos entraron bueno excepto Warren, me sacudí su mano de encima.

— Es la única manera en la que se que podré desahogarme— Warren nos miraba pero miraba a Lennox con molestia por tocarme.

— Podría ser peligroso, si tu nana no pudo con los cazadores que te hace pensar que tú podrás, mí nana la bruja superior me dijo quien fue y por eso debo detenerte— gruñí.

— Inténtalo— él me miro, por un segundo creí que no se atrevería pero entonces...

— Yo Lennox Skolov, Alfa de Winter Moon le prohíbo a Roxie Petrova salir de la manada hasta nuevo aviso—

Mi loba sintió el peso de la orden y aulló indicándole así al lobo de Lennox que había recibido la orden.

— Te odio— lo empuje y entre de nuevo a la casa.

— Me lo agradecerás algún día y prefiero que me odies a encontrarte muerta por tu terquedad de ir a buscar a la responsable— al entrar vi que mi padre ya había salido de la habitación y estaba atendiendo a mis amigos, sus ojos estaban hinchados.

Me senté molesta en el sillón, Lennox entro y detrás de él Warren y se sentó a mi lado, ni siquiera hablo solo me abrazo, no pude evitar que mis lagrimas volvieran a salir, ni siquiera me importo que mis amigos me vieran así por primera vez en sus vidas.

— Lo siento mucho— murmuro Warren contra mi cabello.

— Gracias— le hable por nuestra conexión por que no quería que los demás escucharan mi voz quebrarse.

Quisiera poder hacer algo por ti— me abrazo mas fuerte, mi llanto ceso.

Hay algo con lo que me puedes ayudar— él se separó un poco para que pudiéramos vernos a los ojos.

Haré lo que sea que me pidas— estaba decidida y aun que en el alma me doliera dejar mi puesto de Delta se que Lennox nunca me dejaría vengarme y mi deseo de venganza es mas fuerte que mi deseo de seguir siendo Delta de esta manada, además no quiero que la nana de Warren nos separe y con esto ni la magia mas obscura podrá separarnos.

Quiero que me marques como tuya y yo marcarte como mío— él se separó un poco más y negó lentamente.

No es que no quiera hacerlo pero no creo que estés muy segura de querer hacerlo, tal vez debamos esperar a que pases tu duelo y entonces ya lo veremos— gruñí, sentí las miradas de todos en nosotros.

Este dolor de perder a la que fue una madre sin compartir genes no se va a ir jamás tan solo aprenderé a vivir con él— me iba a levantar pero me tomo de la mano.

Lo haré pero no hoy, hoy quiero que puedas desahogarte lo mas que puedas y tampoco mañana por que quiero planear algo para los dos, no solo quiero marcarte y ya, quiero que sea un momento inolvidable para ambos ¿estas de acuerdo?— lo mire no muy segura pero yo también quería que fuera especial para ambos por que la marca no es algo que solo se deba dar por presión.

Esta bien— cuando la bruja superior dijo que ya era hora todos salimos al centro de la manada, donde sobre una pila funeraria descansaba el cuerpo de mi nana, verla así me dolió en el alma, las brujas queman a los de su especie cuando mueren para que no puedan ser revividos con fines malévolos.

Llore abrazada a Warren, vi a mi padre querer acercarse al fuego y a sus dos mejores amigos el ex Alfa y el ex Beta detenerlo con gran dolor en sus ojos, después de eso no recuerdo mucho solo se que el pecho me dolía y me desmayé.

— Ya deberíamos estar en la manada, nana va a sospechar— gruño alguien.

— Cállate Leander— fui abriendo mis ojos lentamente.

— ¿Que me paso?— me punza la cabeza y hago una mueca de dolor.

— Te desmayaste, según el doctor fue tanto tu dolor de haber perdido a tu nana que tu cuerpo no pudo soportarlo— me explicara Warren, se sienta a mi lado y me abraza —Quisiera poder quedarme pero mi nana va a sospechar que no fuimos a donde habíamos dicho—

— Esta bien, solo recuerda lo que me dijiste— él asintió, nos dimos un casto beso, en sus ojos vi que no quería dejarme pero debía hacerlo y él lo sabía.

— Lo haré, lo prometo, vendré mañana y ya tendré todo listo— asentí, nos besamos una última vez y se fue junto con Leander y Lee que solo se despidieron con un gesto de la mano.

Suspire, me levante lentamente de la cama para no marearme, salí de mi habitación, la casa estaba en silencio absoluto, camine a la habitación de mi papá, lo encontré dormido, varias botellas de vino estaban esparcidas por el suelo, algunas rotas y otras no, salí de ahí, no quería despertarlo.

Baje a la cocina, los recuerdos de mi nana cocinando me invadieron de golpe haciéndome llorar de nuevo, recuerdos que iban desde que era pequeña hasta hace unos días.

Aquí me enseño algunas recetas de cocina aun que yo siempre terminaba quemando todo y ella se reía para después regañarme obligándome a limpiar y lavar los trastes.

Salgo de ahí con la vista nublada por culpa de las lagrimas, voy a su habitación, necesito empacar sus cosas por que ella siempre dijo que el día que muriera quería que sus cosas como ropa y cosas de magia se donaran a la escuela de brujas huérfanas, pero creo que hubiera sido mejor hacer esto en otro momento por que solo me solté a llorar.

— Nos dejaste demasiado pronto— susurre entre lagrimas, me senté en el suelo desahogándome, en esta habitación también tenía recuerdos.

Cuando tenía 5 años casi todas las noches tenía pesadillas entonces corría aquí para dormir con mi nana por que sabía que ella era muy fuerte y podría protegerme de cualquier monstruo que se ocultara en el closet o debajo de la cama, ella me dejaba dormir con ella fingiendo poner un hechizo protector.

— Ahora ¿quien me protegerá de los monstruos reales?— me abrace tratando de tranquilizarme y tratando de imitar sus abrazos llenos de calidez, protección y amor.

Cuando pude tranquilizarme un poco empece a doblar su ropa, fui por cajas al armario donde guardábamos todo eso, tome varias cajas de diferentes tamaños, guarde la ropa en las cajas, solo me quede con uno de sus vestidos favoritos por que era el que más conservaba su olor.

Tome sus libros y los metí en cajas más pequeñas, de uno de los libros salieron varias hojas con anotaciones, suspire, deje el libro en el escritorio y me agache a recoger las hojas.

Al leer una de ellas veo el nombre de mi madre, entonces tomo todas las hojas, empiezo a leerlas todas, mi madre al ser expulsada de la manada sin memoria y débil tras haberme dado a luz fue encontrada por un cazador que estaba persiguiendo Rougues, dice que la llevo a su cabaña y que la dejo descansar.

El cazador estuvo pendiente de ella y pudo observar que acababa de parir, así que regresó al lugar en donde la encontró tratando de localizar al bebé pero no encontró nada, así que regreso a lado de ella y cuando abrió los ojos ella le mencionó que no recordaba nada.


Les pido mil disculpas pero es que no he tenido tiempo por el trabajo y por la universidad 🥺🥺

Mates opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora