Marcados

2.9K 262 14
                                    

Cuando termino el hechizo, Theo cayó desmayado y nadie hizo nada para detener su caída.

— ¿Es normal que se haya desmayado?— preguntamos Lennox y yo al mismo tiempo, nos miramos, él me sonrió pero yo simplemente rodé los ojos.

— Si es completamente normal y ustedes dos tienen que arreglar sus diferencias, son amigos, se criaron juntos y tuvieron una hermosa relación de pareja, no dejen que una estupidez los separe— nos regaño su nana, se fue y todos nos dejaron ahí bueno Claus se quedo, pero sus mates de ellos se fueron.

— Mi nana tiene razón Roxie, no podemos seguir enojados, tenemos muy buenos recuerdos juntos y no podemos echar nuestra amistad por la borda solo por que quiero protegerte— lo mire con una ceja levantada.

— ¿Protegerme de que? ¿De ir a asesinar a la mujer que me parió? Eso no lo vas a poder evitar una vez que este marcada por mi mate y pase a formar parte de su manada—

— Roxie somos tus amigos, siempre te hemos apoyado, pero no podemos permitir que vayas a asesinar a tu madre por que es una cazadora y podría matarte a ti también— mire a Claus, en sus palabras había preocupación por mi, pero mi necedad podía siempre mas y mi instinto de no seguir las reglas me orillaban mas a querer desafiar la orden de Lennox.

— Voy a asesinar a esa mujer y nadie me lo va a impedir— me di la vuelta, camine tranquilamente a mi casa, empaque todo, una vez que Warren me marque como suya tendré que irme inmediatamente a su manada.

Cuando falta poco para el anochecer me meto a bañar, me depilo por completo, una vez lista, salgo del baño envuelta en una toalla, voy a mi armario, me pongo ropa interior sexy, un vestido negro pegado de la cintura hacia arriba y suelto de abajo este apenas me cubre por debajo de los muslos.

Tomo mis maletas para llevarlas abajo, ya después mandaré por mis cosas como lo hizo Lee, miro mi habitación recordando viejos tiempos, todos mis recuerdos de pequeña, mi nana regañándome por no ser ordenada, cuando Lennox y yo tuvimos sexo por primera vez, todos esos recuerdos vinieron de golpe, abrí la puerta y salí antes de que me pusiera sentimental.

Tomo las llaves del carro que aun que casi no lo ocupo esta vez es necesario, salgo de la casa mi padre no esta pero si había una nota pegada a la puerta que decía que se reuniría con los antiguos Alfa y Beta para sacarlo de su depresión, deje las maletas en la cajuela.

— ¿Y adonde crees tu que vas a ir?— me gire, vi a Lennox que tenía las manos metidas en los bolsillos del pantalón, estaba triste, algunos ese gesto lo verían como nerviosismo pero en él era mas que quería ocultar que estaba apretando los puños dentro de los bolsillos para evitar llorar.

— A verme con Warren— cerré la cajuela del carro — Desde esta noche formaré parte de su manada— él asintió.

— ¿En serio no quieres arreglar las cosas antes de irte?— suspire.

— Lennox eres mi mejor amigo, entiendo que te preocupes por mi pero si yo he decidido correr el riesgo de ir a buscar a la cazadora que me engendró es algo que tienes que aceptar—

— No soportaría perderte— me acerque a él y lo abrace, él me correspondió el abrazo un poco mas fuerte.

— Si muero será peleando y vengando a mi nana, a la mujer que me crió y me amo sin importar que no llevara su sangre, ademas no soy tan fácil de matar y lo sabes— me alejé —Solo nunca me olvides y cuéntale a tus hijos sobre mi si es que no salgo con vida y apoya a Warren por que con mi último aliento lo rechazaré para que pueda tener una segunda oportunidad de ser feliz— él asintió.

— Aun que intentará olvidarte jamás podría hay un recuerdo juntos en cada parte de la manada incluso en el bosque, cuando vayas a enfrentarte a tu madre, llámame, reuniré un grupo de guerreros e iremos a ayudarte— sonreí.

Mates opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora