Bienvenida

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Pasamos la noche durmiendo en el bosque, ahora formaría parte de la manada New Moon, nos despierta el canto de algunos pájaros.

— Buenos días— me dice con la voz ronca.

— Buenos días— me acurruque en su pecho, él acaricia mi espalda desnuda.

— Debemos ir a mi manada y a que te instales en nuestra habitación— me quejo por que no quiero levantarme, a su lado es como si mis problemas desaparecieran.

— Mmm tu nana va a querer matarme apenas entre por la puerta de tu casa— él sonrió.

— Puede que si pero yo te cuidaré, no te quedarás ni un momento sola en la casa y se que si ayudante intenta hacerte daño podrás con ella— sonrío y lo beso, nos levantamos para vestirnos metemos todo lo de la cena al carro y emprendemos el camino a mi nueva manada.

Al ver aproximarse el carro los guerreros de New Moon se alertan, Warren les hace saber que viene conmigo y me dejan pasar sin problemas, la manada de Warren es similar a la mía en muchos aspectos pero aquí los lobos tienen diferentes colores de pelaje mientras que en mi manada todos teníamos el pelaje del mismo color.

Al llega a su casa Lee iba saliendo con Leander, estacione el carro y lo apague, mi puerta se abrió tan rápidamente que ni tiempo me dio de reaccionar, la nana de Warren me tomaba del brazo enterrándome sus uñas, Warren se pone a mi lado y le gruñe a su nana.

— Suéltala— su tono de advertencia hace que su nana lo mire sorprendida y me suelte, miro las marcas que sus uñas dejaron en mi piel.

— ¡¿Como te atreviste a marcar a esta y dejar que también te marcara?!— Warren me toma de la mano.

— Es mi mate puede hacer conmigo lo que quiera— su nana lo mira horrorizada antes de mirarme a mi.

— Tú— le gruño —Tu lo has hechizado seguramente la bruja que te crió te ayudo esa maldita— le suelto una cachetada que la hace tambalearse.

— De mi nana no va a estar hablando así, Warren y yo somos mates es normal que nos hayamos marcado mutuamente, no entiendo su odio hacia mi pero no volverá a ponerme un solo dedo encima— le gruño, Leander se acerca junto a Lee, ella mira mi brazo que empieza a sanar.

— ¿Que sucede aquí?— pregunto Lee con autoridad, jamás la había escuchado hablar así, supongo que ahora que es Luna a tenido que aprender.

— Nada querida solo me sorprendió ver a Roxie marcada, si me disculpan tengo cosas que hacer— la maldita bruja se fue y yo gruñí.

— Ya amor tranquila, vamos a instalarnos temporalmente en la casa, mientras terminan de construir nuestra casa— suspire.

— Esta bien amor, pero debemos apresurarnos a encontrar evidencias para incriminar a tu nana— todos asintieron.

— Alfa, Luna, Beta— saluda una chica e inmediatamente reconozco su voz es la chica que respondió el celular de Warren cuando estaba castigada y lo llame.

— ¿Que diablos quieres Alana?— Leander le habla con desprecio y ella baja la cabeza.

— Solo venía a dar mi informe de la patrulla de anoche— miro a Warren y abrió la boca sorprendida, supongo que ha percibido mi olor en él y por lo tanto debe saber que ya lo he marcado.

— Debes dárselo a mi Delta, entre menos te vea mejor— le gruñe Leander.

— Lo se pero no encontré al Delta y por eso vine a buscarlos— hace una pausa —¿Quien es ella?— sonrió y me pego mas al cuerpo de Warren, él toma mi cintura.

— Ella es mi mate Roxie Petrova, a partir de hoy vivirá en la manada— Alana me mira de arriba a abajo.

— Una simple Delta— Warren que me suelta y yo me acerco amenazante hacia ella, ella retrocedió.

— Te romperé el cuello cuando tenga oportunidad, no sabes lo que esta simple Delta es capaz de hacerte, no te quiero ni a cinco metros de mi mate— mis uñas empezaron a convertirse en garras, mi loba quería probar la sangre de esta tipa.

— Soy una Beta por lo tanto mas fuerte y si sobreviví viviendo como Rougue puedo contigo— me reí en su cara.

— Pobre idiota, me he enfrentado a Alfas no me importa tu maldito rango, acércate a mi mate y te prometo una muerte lenta y dolorosa— Leander me tomo del hombro.

— Bienvenida Roxie, espero que pronto puedas ayudar a mi Delta con el entrenamiento de los cachorros— le sonreí.

— Por su puesto Leander, será un placer— Alana gruño.

— No es justo que a ella la trates así y a mi que nací en esta manada me trates con tanta inferioridad— Leander quito su mano de mi hombro, retrocedí y ahora es él quien esta frente a Alana.

— Ella no ha lastimado a mi hermano y tú perdiste todo privilegio al ser expulsada de esta manada, te trataré como trapo viejo si eso quiero— por la cara de Alana supuse que Leander tenía una sonrisa amenazante —A menos que quieras morir y sabes que si te acercas a mi hermano tu sola habrás firmado esa sentencia de muerte pero no seré yo quien te mate ahora lárgate a hacer tus deberes si quieres seguir teniendo tu cabeza pegada a tu cuerpo— ella con la cabeza abajo se fue.

Me ayudaron a meter mis cosas al cuarto de Warren, mientras ellos hacían sus cosas de rutina yo comencé a planear como matar a la mujer que me trajo al mundo.

— Al parecer estas muy concentrada en tu plan— miro a Lee que esta recargada en el marco de la puerta de la habitación que ahora compartiré con Warren.

— Tengo que planear cada detalle y aun que se que a veces puede haber imprevistos se que podré con ellos, será fácil atraer a esa a mi trampa— Lee entro.

— Me preocupa que pueda pasarte algo, sería mejor si le pidieras ayuda a Leander, estoy segura de que no se negaría a prestarte a algunos guerreros— negué con una sonrisa en el rostro, me levante de la silla en la que estaba sentada y me acerque a tomarla de las manos.

— Lee esta es mi pelea, no voy a permitir que guerreros de una manada a la que acabo de entrar arriesguen sus vidas solo por vengar a alguien que no conocieron—

— Entonces pídele ayuda a Lennox él si la conoció todos en la manada la conocieron, estarían mas que dispuestos a ayudarte— empezó a alterarse, escuche como su corazón se aceleraba al igual que un segundo pequeño corazón.

— ¿Algo que quieras decirme?— ella me miro sin entender, toque su vientre — Creo que nadie ni tu se habían dado cuenta de tu embarazo— abrió los ojos muy sorprendida.

— No, no puede ser hace unos días tuve mi periodo bueno fue muy leve pero— sonreí al ver que ya se dio cuenta —Demonios, necesito unas pruebas de embarazo— la hice sentarse en la silla en la que anteriormente estaba sentada yo.

— Cálmate, iremos juntas y si alguien pregunta diremos que me vas a mostrar la manada, entraré yo a comprar las pruebas y nadie lo sabrá si así lo quieres— Lee asintió.

— No quiero que Leander se entere, no aun, si la prueba sale positiva se lo dire pero mientras tanto no— espere a que se calmara para felicitarla, ella estaba feliz sorprendida por la noticia pero feliz a fin de cuentas.

Salimos de la casa, los miembros de la manada me miraban recelosos pero a Zaylee la miraban con una sonrisa enorme, la saludaban y hacían leves reverencias, Lee les respondía con amabilidad y les preguntaba por sus familiares o sus amigos, se notaba que la querían mucho, eso me hace feliz.

Al llegar a la farmacia entre yo tal y como habíamos dicho, la que atendía me hizo preguntas pero las ignoré todas y exigí que me vendiera las malditas pruebas, ella de mala gana me las entrego en una bolsa de plástico con el logotipo de la farmacia, le deje el dinero en el mostrador y salí antes de que perdiera la poca paciencia que me quedaba.

— ¿Por que tardaste tanto?— Lee miro hacia dentro de la farmacia por el ventanal.

— No importa, vamos a casa— sonaba raro decir eso, después de todo era mi primer día en esta manada y en la casa de Warren.

Al llegar a la casa nos fuimos a mi habitación o a la habitación de Warren es igual, por suerte la maldita bruja no estaba, Lee entro al baño de la habitación con la bolsa de la farmacia, compre 5 pruebas de diferentes marcas, Lee salió y solo nos quedaba esperar.

Mates opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora