Nuevo Soldado (Final)

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—¡Rachel!

Rachel salía furiosa de la oficina de Christopher, escuchaba como él la llamaba, pero no le importó, apretaba los puños con fuerza alejándose de él. Subió a su auto y arrancó saliendo de la central.

Maldita... mil veces maldita.

Se estaban besando...

Minutos antes de que esto pasara, Christopher estaba entrando a su oficina luego de tener una reunión toda la mañana. Al entrar, Laura se encontraba sentada sobre su escritorio con sólo lencería puesta.

El Coronel le había ordenado que se largara. Ella se levantó y se acercó a él, se le fue encima besándolo a la fuerza.

Christopher la tomó por los hombros para apartarla furioso, pero justamente entró Rachel a la oficina, y al ver el beso, y que su novio la tenía agarrada, de dio la vuelta y se fue de ahí.

Ella le había dicho muchas veces que no le agradaba esa mujer, se lo dijo muchas veces pero él nunca le hacía caso.

Entró al Penthouse, subió a la habitación y se encerró en ella. Desde hacía meses que ella y Christopher vivían juntos, tenía todas sus cosas ahí y no había dejado nada en su departamento.

El enojo no lo podía controlar, comenzó a lanzar las cosas de un lado al otro rompiendo varias de sus pertenencias.

Hasta que a lo minutos unos brazos la tuvieron que sujetar con fuerza.

—¡Rachel! —el Coronel le dio la vuelta para mirarla a los ojos— ¡Tranquilízate!

—Suéltame, ¡suéltame ahora mismo, Morgan! —se removió, pero la fuerza de su novio era tanta que ella ni lo movía.

Terminó lanzándola a la cama para ponerse encima de ella y poderla sujetar mejor. Llevó sus brazos por encima de su cabeza y las agarró bien.

—¡No la besé! —le gritó— ¡Ya estate quieta, por Dios! Ella fue quien me besó, no yo a ella.

- ¡Ya lo sé, maldito idiota! —Christopher frunzo el ceño confundido, ¿entonces por qué se enojaba con él?

—¿Y qué rayos te ocurre?

—¡Estoy furiosa contigo! Te dije muchas veces que esa haría algo, te lo dije, ¡y no me hiciste caso! —le dijo alterada— ¡Por eso estoy molesta contigo!

Christopher la soltó, todavía manteniéndose sobre ella, la examinó de arriba a abajo, sabiendo lo ardiente que ella lucia enojada y celosa. Eso lo calentaba.

—La mataré... ¿cómo se le ocurre tocar lo que es mío? Ja... la asesinaré. —una sonrisa de formó en sus labios.

—Hazlo. —el hombre bajo hasta su cuello para comenzar a besarla.

—No, ni creas que me besaras luego de que esa... maldita, te haya besado. —le empujó— Quítate.

Pero su novio la volvió a tomar por la cintura, pegándola más a él.

•••

Hoy era el día de la misión.

El plan ya estaba hecho, este día acabarían con esa mafia antes de que se volviera aún más peligrosa.

—No quiero fallas, un sólo error, y no me importa quien sea, se larga de mis filas. —ordenó el Coronel antes de bajar del vehículo que los transportaba.

Fueron separados en parejas, Rachel miró a Christopher, y él, entendiendo lo que la teniente le pedía, colocó a Wilson como su pareja en esta misión.

Cada grupo se fue por un lado diferente.

Rachel y Laura entraron a una habitación en donde habían dos hombres armados. Ambas se miraron, la teniente hizo una seña para que pudieran entrar y, en cuanto abrió la puerta de una patata los disparos comenzaron.

Los hombres se les fueron encima, pero ambas pudieron defenderse.

Rachel terminó de golpear a uno de los hombres, y luego le disparó matándolo al instante. Apuntó al hombre que Laura intentaba llevar a abajo, y también disparó.

Wilson tomó su arma y comenzó a salir de esa habitación cuando se dieron cuenta que no había nada ahí, pero justo cuando iba a cruzar la puerta, Rachel la cerró.

—Teniente James...

Ella no la dejó terminar. Le dio un golpe en la cara haciéndola retroceder. Laura se sujetó la nariz viendo con sorpresa a la mujer.

—Teniente, entiendo que esté enojada, pero yo no fui quien... —otro golpe, pero este la tiró al suelo.

—¿En serio creías que poniéndote esas ropas escotadas, la lencería y demás llamarías su atención? ¿Tan estúpida eres? —le dio una patada en el estómago.

—¿Que eso no lo hiciste y lo sigues haciendo?

—Exactamente, sólo yo. —se subió encima de ella y la tomó del cabello— Porque yo soy a la única mujer que Christopher Morgan llama la atención. —una cachetada— Es a mí a quien ama, es conmigo con quien se va a casar. —otro golpe, su rostro ya estaba rojo por la sangre y morado por los golpes.

—¿T-tienes mi-edo a que te lo qui-t-e?

Rachel rió.

—¿Miedo? Claro que no, linda. —se puso sería— Pero tampoco voy a permitir que venga una tipa a intentar seducir a mi novio.

Golpes y más golpes, y cuando Laura ya estaba casi inconsciente, Rachel se levantó.

—Nos veremos en el infierno.

Disparó justo en su frente, matándola.

La teniente respiró hondo. Encendió su micrófono, que lo había apagado minutos antes, y habló por él.

—Necesito ayuda en la habitación del lado este, ¡nos atacaron y mataron a Wilson! —su desespero y preocupación salió tan natural, que varios del equipo se preocuparon por ellas.

—Vamos en camino. —Simón habló.

La misión salió con éxito, pudieron terminar con los líderes de esa estúpida mafia. Salvaron a varias mujeres y adolescentes que tenían secuéstralas para ser vendidas a otros lugares.

Simón y Parker llegaron hasta donde Rachel se encontraba. La encontraron recostada contra una pared sujetándose un brazo. A un lado estaba el cuerpo sin vida de Laura Wilson.

—¿Qué sucedió? —Parker la ayudó a levantarse.

—Habían varios hombres aquí, pudimos matar a estos dos, herir a otros, pero terminaron saliendo, uno de ellos le disparó a Wilson... —hablaba con dificultad.

—Debieron ser eso que vimos llegando a la pelea... malditos. —entre ambos hombres tomaron el cadaver para sacarlo del lugar, harían el procedimiento requerido.

Rachel salió de ahí detrás de ellos. Era fácil cree que las atacaron varios, había recibido varios golpes de aquel hombre a propósito para que su historia quedara bien.

Christopher la vio, y luego vio el cuerpo de Wilson. Se sonrieron sin que nadie lo notara.

Rachel James se había desecho de un problema, ese nuevo soldado se había buscado las cosas por sí sola, y ahí estaban las consecuencias de haberse metido con su hombre.

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¡Adiós Laurita! No te extrañaremos.

Fanfics Morgan James Donde viven las historias. Descúbrelo ahora