Fanfics Morgan James

Celos De Una Madre

—¿Puedes estarte quieta? Me estás produciendo jaqueca.

—Estoy nerviosa.

—Vas a conocer a mis padres y a mi hermana, no es nada del otro mundo.

Owen iba manejando hasta la casa de sus padres junto a su novia. Su madre había planeado una cena para así poder conocer a la chica que le estaba robando a su hijo, así que cenarían en la mansión Morgan James.

Klara, como se llamaba la chica, se encontraba más que nerviosa. Ella había escuchado sobre los Morgan James, y sabía que no eran cualquier familia, era la familia más adinerada, importante, famosa, y sobretodo, peligrosa, de todo el mundo.

Una vez estuvieron frente a la mansión, ambos se bajaron del auto. Klara tomó la mano de su novio, y este notó al instante como le temblaba. Owen rodó los ojos por eso.

—¿Crees que le agrade a tu hermana? - Preguntó ella tartamudeando.

—No.

—¿A tu madre?

—Lo dudo.

— ¿Y a tu padre?

—A él no le agrada nadie que no sea mi hermana o mi madre, así que no será personal.

—No estas ayudando, Owen. — se quejó Klara soltándole la mano.

Él la tomó otra vez y la arrastró hasta la entrada.

—Tú preguntaste, yo contesté.

Tomó aire en el momento en el que la puerta se abrió. Una mujer de servicio les dio la bienvenida haciéndolos pasar. Les avisó que los señores Morgan ya estaban en la sala platicando, y la señorita de la casa todavía no estaba lista.

—Ya tranquilízate, no te matarán. —le dijo Owen cansado, llevaba todo el día asustada por este momento.

Caminaron hasta la sala, y lo primero que Klara vio fue a un hombre vestido de traje sin corbata. Se veía de cuarenta y tantos, y era impresionante el parecido que Owen tenía con su padre. Eran como dos gotas de agua, la única diferencia estaba en los ojos.

Un carraspeo llamó la atención de la chica. Miró hacia la mujer de vestido rojo que se encontraba al lado del hombre con el ceño fruncido.

Era demasiado hermosa, ni si quiera aparentaba los cuarenta y tantos años que tenía.

—Ella es Klara, mi novia. -fue como Owen saludo, causando que los nervios de su novia aumentaran. ¿Quién inicia una conversación de ese modo?

—Eeh... hola. — chica sonrió tímidamente.

Christopher Morgan, tal como Owen había dicho, no le dio importancia al asunto. Ni si quiera quería estar ahí, pero su esposa lo había obligado.

Rachel James de Morgan sólo la examinaba con la mirada, quizás buscado alguna señal que le dijera que ella no era buena para su hijo, pero sólo veía una chica tímida que se pegaba a su pequeño por los nervios.

Eso le hizo poner peor cara por un momento. Pero luego sonrió, podía darle una oportunidad.

—Hola, linda.

—Señora Morgan, gracias por la invitación.

—No es nada.

Iba a decir unas cuantas cosas más, pero una voz las interrumpió.

—¿Esta es la chica con la que al fin sentarás cabeza, o es otra más para la lista?

Una chica pelinegra en un vestido negro ajustado que le llegaba un poco más arriba de la rodilla entraba a la sala.

Milenka Morgan llamaba la atención por dónde quiera que iba, era demasiado hermosa, igual que su madre, pero con una mirada de acero como su padre.

—Milenka... —advirtió su hermano en cuanto la vio.

—Es broma hermanito, no te alteres. —le dio un beso en la mejilla, para luego repasar de arriba a abajo a Klara —No tengas miedo, cachorrito, no te haré nada.

La cena inició. Los cinco se sentaron en la mesa y comenzaron a platicar. Mejor dicho, Rachel hacía preguntas, Klara contestaba, y Owen añadía uno que otro dato a ese interrogatorio.

Christopher y Milenka sólo observaban con diversión como la señora Morgan asustaba a la pobre chica con sus preguntas.

— ¿Qué pretendes con Owen?

—Eh.. yo... pues... ¿quererlo?

—¿Me estás afirmando o preguntando?

— ¿Afirmando?

La pobre chica estaba sudando frío.

—¿Es en serio? —Rachel alzó una ceja.

—Afirmando.

La primogénita de los Morgan se acercó a su padre y comenzó a susurrarle lo divertido que todo esto le parecía.

—¿Tus padres saben de este noviazgo?

—Sí, y están de acuerdo...

La chica miró a su novio en busca de ayuda. Owen suspiró y miró a su madre, pidiendo con la mirada que terminara con eso. Rachel solo hizo una mueca, pero decidió cambiar al fin de tema.

Padre de hija se miraron disgustados. Estaban disfrutando de esto.

La cena siguió tranquila después de eso. Rachel decidió darle la oportunidad a Klara, y Owen se sentía bien al tener el apoyo de su madre. Era lo que esperaba de la noche.

Cuando ambos se fueron, Milenka se despidió de sus padres y subió a su habitación. Aunque tenía un apartamento muy lujosos, siempre estaba en la mansión.

—No me agradó. -fue lo primero que dijo la mujer al entrar a la habitación con su marido.

—¿Segura? —preguntó con sarcasmo —Parecía que la amabas.

—La chica se ve linda, amable... pero no me agrada.

—No te agrada nadie para Owen. Esos celos no te dejan aceptar a nadie. — molestó tomándola de la cintura y acercándola a él.

—No son celos... es instinto maternal.

—Ya. Claro.

—Hablo en serio.

—Por supuesto, sigue celando a tu hijo, no importa.

—¿Sabes amor? No es bueno para ti burlarte de esto... —Rachel pasó sus manos por los hombros de su marido— Porque te veré mucho peor cuando Milenka traiga algún novio.

La sonrisa burlona del hombre se esfumó.

—Eso no pasará. Milenka no necesita a ningún hombre con ella, nadie es suficiente para ella.

—Por supuesto amor, lo que digas. —terminó riéndose a carcajadas por las caras de su esposo.

Los días pasaron. Rachel se comenzó a llevar bien con Klara, pero los celos hacia su niño seguía ahí, pues no importa cuantos años tuviera, Owen siempre sería su niño.

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