Una princesa de otro mundo y una CEO

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Lena PV

El apartamento era espacioso y el lugar tranquilo, no se oía nada del exterior como en la ciudad.

Estaba guardando la ropa que había metido mi madre en la maleta, cuando oí la puerta.

Kara apareció con su maleta y fue hacia la otra cama.

—¿Qué quieres cenar? —preguntó Kara.

—Lo que hayas traído, no tengo problemas.

—De acuerdo, terminemos aquí y hagamos la cena.

—Buena idea.

Estábamos las dos en la cocina, me gustaba estar así con ella, era como si fuéramos pareja. Este sentimiento es como estar de vacaciones y que vivamos juntas, es placentero y me siento protegida a su lado.

Narrador PV

Al día siguiente, decidieron salir para dar una vuelta por el lugar, no querían estar todo el tiempo encerradas.

Mientras tanto en algún lugar de Nacional City había alguien a punto de llevar al cabo, había estado un año entero preparándolo y ahora lo haría realidad.

Sabía que la última vez su plan falló, pero al menos los federales no consiguieron encontrarle, ahora actuaría del mismo modo, usando a su nuevo peón desesperado para que actuara a su beneficio y cuando lo detuvieron seguirían sin pruebas para detenerlo.

—No me importa lo que les pase a los demás, tendré mi deseo. Pronto Lena, pronto morirás. —se oyó una voz entre la oscuridad.

Kara PV

Después de nuestro paseo, volvimos al apartamiento para comer.

—¿Qué te parece el lugar?

—Es hermoso y muy tranquilo. La verdad que el propósito de relajarme, se está cumpliendo.

—Me alegra haber podido ayudar.

—Tú también tienes mucho que ver, no solo el lugar. Me siento protegida contigo.

Vi mi oportunidad tras ese comentario.

—Lena. —ella me miró.

Dejé lo que estaba haciendo y la cogí de la mano y salimos de la cocina.

Nos sentamos en el sofá, pero no la solté.

—¿Qué pasa Kara?

—Quiero hacerte una pregunta y me gustaría que fueras sincera.

—Siempre he sido sincera.

—Lo sé, pero esto involucra sentimientos y por nervios o por miedo se puede mentir.

—Entiendo, lo intentaré.

—Bien. ¿Qué sientes por mí? —sé que me pasé al lanzar esa pregunta tan directa, pero necesitaba saberlo.

—Yooo... —se puso nerviosa, lo noté y lo escuché, su corazón empezó a latir más rápido. —Me gustas desde que nos conocimos. —se sonrojó.

—Tú también me gustas. —me miró para comprobar si estaba diciendo la verdad. —una de las razones para traerte aquí, es que pudiéramos tener unos días a solas, solos tu y yo. En realidad, estoy enamorada de ti Lena, desde hace bastante; aquella noche me pareciste la mujer más hermosa que había visto en mi vida. Quería decirte entonces lo que pensaba pero cuando supe que no tenías amigos y que yo estaba en la misma situación, pensé que era mejor empezar una relación de amistad para poder conocernos mejor.

—Cada vez que pasábamos tiempo juntas, las horas pasaban volando, esas citas se hacían muy cortas.

—Me pasaba lo mismo.