Jimin abrió la gran puerta de su casa; girándose para dejar espacio e invitar al débil y joven Alfa rubia que a penas se podía mantener en pie.
-Ven aquí. -Murmuró rodeando la cintura del menor y ayudándolo así a caminar hacia la cocina de su casa. -Creo que deberías comer algo. -TaeHyun tembló en su lugar y se aferró con su mano sana al pecho del mayor. -¿Cuánto hace que no comes? -El menor dudó.
-¿Dos días? -Susurró con la voz ahogado. -No lo sé. -Al entrar a la cocina NamJoon y SeokJin detuvieron su ligera charla y se quedaron impactados viendo la escena. No necesitaron palabras para comenzar a servir comida y agua en la mesa donde Jimin sentó al menor. -¿Dónde están mis hermanos? -Preguntó dando un corto sorbo a la sopa, Jimin suspiró y tomó la cuchara para ser él quien le ofrecía la comida con ligeras pausas.
-Estarán en algún lugar de la casa. -Jimin miró a ambos Omegas. -¿Dónde...? -Su pregunta quedó en el aire cuando TaeHyung irrumpió en la cocina acelerado, había escuchado el coche llegar pero había tenido que fingir que no frente al Beta y YeonJun.
-Oh, por la luna. -Exclamó al ver el mal estado del menor.
-Quédate con él, dale de comer si no lo hace, iré a llamar al médico de mi familia. -Jimin salió del lugar y TaeHyung ocupó el suyo. Con cuidado miró al menor y le ofreció algo de agua que este tomó con su mano libre.
-¿Cómo te llamas? -Preguntó dulce con una sonrisa. -Yo soy TaeHyung. -El menor ladeó una sornisa.
-TaeHyun. -Ahora fue el mayor quién sonrió antes de ofrecerle comida. -¿Y mis hermanos? -El Omega no borró su sornisa y eso hizo relajarse al menor.
-Kookie está bañando a YeonJun. -El Alfa asintió.
-Desde que estoy en cama no he podido bañar a YeonJunnie. -Murmuró avergonzado, oliéndose a sí mismo y haciendo una mueca que se borró cuando el mayor acarició su cabello grasaso y sucio.
-No pasa nada cariño, aquí estáis a salvo. -Voces se escucharon tras la puerta de la cocina en el recibidor. El menor se puso en pie rápidamente mareándose en el proceso y siendo mantenido en sus pies gracias a TaeHyung.
Pero es que la voz de su hermano mayor había sonado angustiada y después ligeramente relajada cuando se escuchó la de Jimin. Ninguna sabía que había hablado, pero cuando JungKook cruzó la puerta con sus ojitos grandes brillantes por las lágrimas retenidas y su cuerpo mostrando sus nervios en temblores; todo lo que se pudo sentir en el ambiente era un amor puro y reluciente como el mayor de los oros dorados.
-¡Tae, por la luna! -JungKook corrió hasta el menor, reteniéndolo entre sus brazos y buscando dar el refugio que sabía su menor necesitaba.
-Hyung, perdón. -Dijo entre lágrimas, rompiendo al fin la coraza que él mismo había decidido tener desde tan temprana edad. -Lo siento, yo te quiero. -Escondió si rostro en el cuello del mayor, su lobo aullando en arrepentimiento sincero. -Aún te quiero.
-No pasa nada cariño, no pasa nada, Hyung está aquí. -Lo contuvo, lo acarició y besó su rostro y cabello con vehemencia; tratando siempre de hacerle sentir cuidado y amado. El menor se alejó y lo encaró siendo un desastre, JungKook juraba ver a ese mocoso de tres años que se había caído por correr tras él queriendo imitarlo y ser igual a su Hyung
-Yo tenía miedo y no quería que le hicieran daño a YeonJun como a mí... -JungKook lo detuvo asombrado, tomando sus hombros con ligera fuerza y viendo directo a sus grandes ojos.
-¿Cómo a ti? -Preguntó el Beta de forma torpe. Jimin y TaeHyung se abrazaron a su espalda entre ellos contenido la congoja.
-Papá me hacía daño cuando empecé a crecer y seguía estando siempre contigo. -Confesó, al fin, la libertad le daba la confianza de decir la verdad. Su pena fue crecer queriendo ser como el único ser que en su hogar le cuidaba, mimaba, amaba de forma desinteresada y sincera; ese fue su pecado y su bendición a la par. -Yo no quería dejarte, fui un cobarde y...
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Descubriendo el Trabajo de un Beta ~ VKookMin ~ JungKook, JiMin y TaeHyung
Hayran KurguEra la época dorada de los negocios Internacionales en Corea del Sur, su mejor versión donde grandes empresarios viajaban y conocían nuevas culturas y formas de vida. Sim embargo, todo aquello llevaba molestia y angustia a los Alfistas empoderados...