Era la época dorada de los negocios Internacionales en Corea del Sur, su mejor versión donde grandes empresarios viajaban y conocían nuevas culturas y formas de vida. Sim embargo, todo aquello llevaba molestia y angustia a los Alfistas empoderados...
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JungKook andaba por el recibidor de la mansión en círculos, llegando a un extremo de este para parar en seco y suspirar y después retomar la marcha. Jimin lo observaba desde los pies de la escalera apoyado contra la barandilla de forma casual y con la risa contenida.
-Amor. -Le llamó captando su atención y deteniendo su andar ansioso. -¿Quieres que construyamos un sótano? Porque a este ritmo harás un agujero en el suelo. -Jeon le sacó la lengua burlón para después gritar agudo cuando su Alfa fue hacia él y lo elevó del suelo con facilidad. -No te pongas más nervioso, los niños estarán a punto de llegar.
-Lo sé. -Murmuró sosteniéndose de sus fuertes hombros y juntando sus frentes. -Pero tengo muchas ganas de ver a Junnie y Hyun.
-Pero tus nervios no hacen bien a Tae, debes relajarte. -Pidió dejando un casto beso en sus labios.
Y era cierto, la veracidad más grande del mundo en ese momento. Porque, si bien el celo de TaeHyung ya había dado fin, él aún estaba agotado y reponiéndose de él. Eso, sumado al hecho de que los tres habían tenido una conversación la noche anterior muy importante y por la cual decidieron dejar a TaeHyung descansar y reposar más de lo debido.
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-¿Debería tomar alguna píldora para evitar el embarazo? ¿Llamar a Hoseok tal vez? -Había preguntado el Omega mientras los tres caminaban al despacho del Alfa para tan solo leer y estar tranquilos en armonía.
-¿Tú quieres eso? -Preguntaron ambos contrarios a la par, Kim bajó la mirada y acarició su vientre bajo antes de negar levemente.
-Puede que sea por conocer a YeonJun o porque sois los indicados, pero la idea de estar en cinta me hace muy feliz. -Sonrió, amplio y cuadrado iluminando el mundo de sus destinados. -¿Vosotros lo queréis?
-Yo quiero formar una familia con vosotros cada vez más grande y bella para presumirla con orgullo. -Dijo primero Jimin, besando las mejillas de su Omega por las que habían comenzado a caer lágrimas de felicidad.
