Owari no Overdrive

Capítulo 9: Armas Normales y Armas Demoniacas

—Perspectiva del Narrador—

El Jugador se encontraba en la azotea de la Escuela Secundaria de Shibuya, sentado sobre uno de los tanques de agua. Habían pasado ya cuatro días desde el incidente con el vampiro prófugo, pero la rutina en la ciudad parecía haber vuelto a la normalidad.

Jugador: Hombre... parece que ya lo olvidaron o simplemente lo dejaron pasar... ¿Quién sabe? -Murmuró pensativo mientras observaba cómo los estudiantes, el personal docente y otros trabajadores del lugar entraban tranquilamente por la puerta principal del edificio académico-

El Jugador se dedicaba a vigilar, sus ojos atentos sobre las personas que llegaban, siempre alerta. Era su turno para patrullar y supervisar tanto el interior como los alrededores del edificio. Después de largos patrullajes, la voz por su radio le indicó que su turno había terminado. Era hora de relevarse.

—En alguna parte de la Cafetería—

En la cocina, Ame, junto a varios compañeros de trabajo, preparaba el almuerzo para los estudiantes y el personal de la escuela. El menú especial del día era pizza. Mientras el equipo de cocina se ocupaba de amasar la masa y hacer la salsa, alguien del EDIJ entró con calma, observando el ajetreo culinario con una mirada tranquila.

Ame: ¿Jug? -Preguntó con sorpresa al ver a su amigo punk. El Jugador levantó la mirada hacia ella, devolviéndole la sonrisa al notar que había sido descubierto-

Jugador: Buen día, Ame. Buen día a todos. -Saludó amablemente al resto del personal con su característica sonrisa leve mientras echaba un vistazo al lugar- Veo que hoy es día de pizza... ¿necesitan una mano?

Ame, con una sonrisa dulce, asintió sin dudarlo. El Jugador, siempre dispuesto a ayudar, se quitó el saco, lo colgó con cuidado, y se remangó la camisa antes de dirigirse al lavabo. Con las manos ya higienizadas, se unió a la preparación, amasando con destreza la masa de las pizzas. Mientras lo hacía, intercambiaba algunas bromas y comentarios con Ame, disfrutando de la tranquilidad de aquel momento cotidiano.

De manera sorprendente, y para asombro de todos en la cocina, el Jugador había logrado preparar un total de 50 masas de pizza en tiempo récord.

Jugador: Bueno, creo que vamos bien. -Comentó con entusiasmo, sin mostrar el más mínimo rastro de cansancio-

Ame: Wow, Jug, creo que con esta cantidad tendremos suficiente para hoy. -Dijo Ame, observando impresionada la enorme cantidad de masas listas-

Jugador: Entendido. -Respondió con una sonrisa- ¿Hay algo más que necesiten que haga?

Ame: Con lo que has hecho, nos has ahorrado mucho tiempo. Te lo agradezco, Jug. Nosotros nos encargaremos del resto. Mientras tanto, ¿por qué no aprovechas y descansas un poco en tu tiempo libre? -Ella le dedicó una sonrisa cálida-

Jugador: Está bien, te veré más tarde, Ame. -Dijo el Jugador mientras se ponía su saco nuevamente y se despedía de ella y del resto del personal- ¡Déjenme un poco de pizza cuando vuelva!

Tras salir de la cocina, el Jugador comenzó a caminar por los pasillos de la escuela, saludando a varios estudiantes. Algunos de ellos, en tono casi suplicante, le pedían si podía interceder ante sus superiores para que les permitieran retomar su prueba de admisión. El Jugador, siempre atento, les respondió con amabilidad que hablaría con el Teniente Coronel al respecto.