Vingt-quatre

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Chan no se había podido sacar de la cabeza lo que había escuchado.

Y ahora no sabía como mirar a Minho sin tener ganas de ir a cobrar venganza por lo sucedido.

Porque alguien le había hecho daño a ese niño con el que había pasado casi todas las tardes de su corta vida, su mejor amigo y lo que más le importaba últimamente.

Sintió un peso en su hombro y descubrió que Minho se apoyaba en él y tomaba su mano con algo de duda. Como si algo no le dejara hacerlo.

Al final, entrelazaron sus dedos de a poquito.

En los últimos minutos, Minho había estado hablando con Hyunjin por mensajes.

Pero ahora había dejado su móvil nuevo de lado. Chan sintió un calor en sus mejillas.

ㅡChan-Hyung, lo siento.

ㅡ¿Por qué te disculpas, Honnie?

ㅡPorque sólo he traído problemas. Ya no te gusto, ¿Cierto?

Chan estaba algo impactado por lo dicho. Miró a Minho, quien levantó su rostro haciendo un mohín con sus labios. El mayor creyó que Minho no recordaría aquella conversación.

ㅡ¿Te preocupa que ya no me gustes?

ㅡUn poquito... Mucho.

Chan tomó el rostro de Minho suavemente, casi sólo con la punta de sus dedos. Y acercó sus labios a los del menor, aunque este se alejó con algo de miedo.

Chan acarició su mejilla levemente y le sonrió. Minho se relajó.

El contacto sucedió y Minho sintió su corazoncito saltar de alegría.

Aunque también le daba vergüenza, Chan era su mejor amigo después de todo.

ㅡMe gustas más que antes.

Minho durmió tranquilo esa noche, de su cuello colgaba un collar con una pequeña figurita de un pingüino. Era un regalo de cumpleaños de Chan.



*Antes de ser aceptados como pareja, el pingüino macho emprende un viaje en búsqueda de una piedra brillante la cual al ser aceptada significará que es aceptada su propuesta de ser pareja.

Pasitos de Pingüino - Minchan. ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora