Durante la ausencia

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Y esa mañana llegó a su trabajo como de costumbre, estacionó su auto donde siempre, bajo aquel árbol frondoso.
Salió del auto y se dirigió al salón de profesores, no sin antes dejar salir un suspiro profundo, rogaba a los dioses existentes que las fuerzas no le faltarán ese día, si lo veis estaba seguro que lloraría y tendría ganas de correr a abrazarlo fuertemente.

— Tomioka, tu hermano no vendrá este día, al parecer está muy enfermo, tendrás que dar la clase de este día tú y también entrenar al equipo de Kendo. — Mencionó Sanemi quien sostenía varias hojas de papel en mano mientras rascaba su cabeza. — También quiero hablar de otras cosas contigo, ¿Tienes algo de tiempo?

Quería decir que no e irse directamente a su escritorio y tomar su taza de café matutino sin interrupción alguna...
Pero, cuando Sanemi decía algo así, es porque era realmente importante y requería su presencia, opinión o apoyo.
Asintió sin muchas ganas.

— Perfecto. — Siguió revisando los papeles uno tras otro. — Dios, no puedo creerlo. — Golpeó su frente con los mismos y caminó hasta su escritorio indicándole a Tomioka que también lo hiciera.

En ese momento eran los únicos ahí, los demás estaban ya en su respectiva clase por lo que hablar sería más fácil.

— ¿Que sucede? — Paso dejando su maletín en su respectivo escritorio y procedió a sentarse en la silla frente a Sanemi quien suspiró pesadamente.

— ¿Como es tu relación con tu hermano menor? — Soltó sin más.

Maldita sea.

Y esa pregunta no se la esperaba, justo era de él de quién no quería hablar por el momento.
Apretó sus puños sobre sus piernas y se concentró lo más que pudo.

— ¿Con Tanjiro? — Cuestionó. — Bueno... Desde que me fui de casa hace 5 años, perdí comunicación con él, muy de vez en cuando suelo toparme con él por los pasillos, a veces hasta intercambiamos palabras, pero creo que de un... "Hola, ¿Como estás? Bien" no solemos pasar.

Que mentira.

— Ya veo, ¿Entonces no hablas en lo absoluto con él sobre cosas de hermanos?

— ¿Que cosas son esas?

Sanemi se recostó en su silla y cruzó sus brazos sobre su pecho.

— Principalmente, cómo va en el estudio, como se encuentra de salud, tal vez si alguna chica le gusta, no lo sé, cualquier cosa. — Tomó los papeles y comenzó a ordenarlos. — Yo suelo molestar a Genya con el cerdo estúpido que tiene por novio, pero no es de mala forma, lo aprecio y me hace feliz que él esté feliz. — Le extendió los papeles a Giyuu. — Creo que deberías comenzar a hablar más con él, realmente lo necesita.

— ¿Que es esto?

— He tratado de comunicarme con Makomo, pero siempre está ocupada en el trabajo, Sabito se enfermó y antes de eso parecía demasiado estresado para ponerle más peso encima.

— ¿Entonces decides ponerme más peso a mi? — Frunció el seño. — Eres un imbécil, para comenzar, ¿Para que necesitas hablar con Makomo? Ella nun... — Hizo una pausa y pasó los papeles uno tras otro mostrando confusión.

Sanemi seguía en la misma posición, esperaba a que su compañero de trabajo terminará de leer cada uno de los papeles.

— Que notas tan malas... Cero, cero punto uno, cero, cero... Otro... ¿Educación física cero? — ¿Que imbécil sería capaz de dejar una materia tan fácil como está?

A Little Secret [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora