Adiós sol de primavera

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Quedó petrificado, estaba a medio vestir cuando recibió aquella llamada, realmente no notó que en menos de 1 segundo estaba ya listo para salir a donde sea, incluso si era el barrio más peligroso del mundo solo para buscarlo a él, ese chico que adoraba y que ahora parecía estar sufriendo.

Hasta que el chico dio una señal de donde podría estar, abrió la puerta de su apartamento y saliendo a toda prisa por las escaleras, buscó las llaves de su auto disponiéndose a ir directo a la escuela.

Mierda... N-no las encuentro... No están.

Se acercó por la ventana y aunque estás fueran polarizadas, trató de identificar aquel objeto plateado, en efecto, las llaves estaban adentro del coche, incrustadas al lado del volante.

¡MALDITA SEA!

No quedaba otra opción, debía correr a todo lo que sus piernas dieran sin detenerse por nada del mundo.

Bien, en auto está a 10 minutos pasando el semáforo, corriendo puedo llegar en 20 tal vez, si... Si no me detengo puedo llegar más rápido.

Sin pensarlo dos veces, dejó atrás su auto y corrió.
No podía comprender que estaba sucediendo, pero su chico se escuchaba tan triste, débil... Y todo sonaba como una despedida.

- Nii-chan... me violó...

Dejó de correr deteniéndose en medio de la noche a la salida del callejón que daba a la calle principal.
Aún con todos los autos pasando frente a él tocando sus bocinas, para él todo se quedó en silencio, absolutamente todo.
Sus piernas temblaban y su corazón se detuvo por un momento.
No sabía si era por correr, pero incluso su respiración estaba más acelerada que antes de escuchar a Tanjiro.

- ¿Q-q...?

No lograba articular palabra, simplemente no salía nada.

- Él... Tuvo sexo conmigo... Y-yo... Lo disfruté...

Quería decir algo, pero su cabeza aún no procesaba nada.

- No vengas... Déjame... Como lo hiciste *cof cof*.

Quería responder, pero era como si su lengua se hubiera paralizado.

Dio un paso adelante, con el pecho doliente, las algunas a punto de salir de sus ojos y la furia creciendo en su interior... Y volvió a correr, esta vez más rápido que antes, cruzaba calles y empujaba a transeúntes, lo único que deseaba era que su hermanito estuviera bien, quería encontrarlo y decirle que nada fue su culpa, esta vez el sentimiento en su interior era genuina preocupación e irá, eran unas ganas enormes de proteger... No a su novio, a su hermanito pequeño, porque antes que ser su pareja, era su niño, aquel bebé que encontraron en la nieve y juró en silencio proteger, aquel que pensó que odiaría, pero llegó a amarlo más que a su propia vida.

Al otro lado de la línea podía escuchar que la respiración de Tanjiro poco a poco se iba deteniendo, no sabía si llegaría a tiempo, no sabía que había pasado o en qué situación estaba su hermanito, tal vez y debía prepararse para lo peor.

- ¡NO QUIERO! - Gritó tratando de contener sus lágrimas de solo pensarlo.

Aquel grito asustó al menor quien se acurrucó a un lado de la reja.

- Escúchame, por favor resiste, estoy en camino. - Decía jadeando por correr tanto. - Tanjiro, por favor, mantente en línea, vamos... Cuéntame, ¿Quieres comer algo luego? Vamos a un restaurante, ¿Te parece? Comamos muuuucho hasta reventar, yo invito, puedes pedir lo que sea.

A Little Secret [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora