"No importa lo que haga ustedes los traidores, no pueden arrancarle la bondad a un hombre bueno. No pueden"RAMIZ - Ezel
Era de mañana en Londres cuando penelope se despertó, por un instante el amanecer le dejo una sensación extraña en su mente como si algo u alguien le advirtiera que era mejor no levantarse esta mañana pero la verdad no le dio mucha atención.
Se aseo y se dirigío a la cocina donde le ordenó a Valery qué preparará Galletas de Vainilla y los postres más deliciosos pues hoy no quería ver a Colin por lo que sabiendo que los postres lo distraerian por horas con su gula desmedida eso le daría tiempo para tener tiempo apra ella en lo que los niños eran educados por su institutris.
Sin saber lo que el día le deparaba se dirigió a al mercado junto a las casas de ella y la viuda Bridgerton en el cual se encontraban los sirvientes de las casas de Mayfrid hablado tanto de la publicación de hoy de Lady Whistledown como de los rumores que debería publicar en el siguiente periódico, ya que esa información le serviría para distraer a las personas sobre quien podría ser al tener diversa información de tan distintas fuentes.
Se encontraba escuchando la última información sobre las Deudas del Marido de la nueva Vizcondesa de Rusia que hace poco empezó a recidir en la ciudad que no se percató que un hombre de alta estatura y aroma muy familiar se colocó justo a un lado de ella.
Te han dicho que es de mala educación escuchar conversaciónes ajenas Lady Whistledown - le susurro en el oído esa deliciosa voz que lanatormetaba en sus sueños que cuando se dio cuenta que no era una ilusión al fijar su mirada en el hombre junto a ella casi resfala de la escalera en la cual se encontraba apoyada para escuchar a los sirvientes bajo el puente.
Anthony al fijarse que su amada estaba por caer la sujeto de la cintura y la atrajo hacia él, en esos momentos de silencio ambas miradas clara y castaña se reflejaban mutuamente y sus aromas se mezclaban sintiéndose ambos en un sueño, el vizconde sonrió y empezó a reír penelope le siguió.
La verdad creí que negarías tu seudónimo pero me doy cuenta que es imposible que me mientas a mí querida Pen - le susurro alegando sus rostros quedando tan cercanos el uno del otro que incluso el sonido de las voces de los siervos se les hacia lejano.
Penelope aún sin creer lo que ocurría acarició con sus manos el rostro de su amado...
Anthony... - fue lo que de sus labios salió y antes de poder decir más palabras el Vizconde la beso, el tiempo se detuvo, los sonidos eran lejanos, para ella estaba en una de las más placenteras y deliciosas fantasías de su mente pero la dureza del torso que se pegaba a ella le decía lo contrario.
Estaba en la más loco y delicioso de todos sus sueños pero entonces las campanas de la iglesia sonaron despertandola de su mayor felicidad para apartar a anthony con fuerza, ambos se quedaron mirando fijamente, ella totalmente confundida y él satisfecho al saber que aún era su debilidad o al menos eso podía confirmar.
Te extrañe mucho Pen - le dijo anthony con cariño y ternura acariciando su rostro, ella tenía tantas preguntas y cosas que decir pero de sus labios no salía siquiera una sola palabra, en eso que le hiba a responder Valery se encontraba en la parte superior de la escalera.
Mi señora, el vizconde Colin Bridgerton la necesita a usted ahora mismo en casa, a usted señor Bridgerton también lo esperan ya que sus hijos acaban de llegar y todos en la mansión están requiriendo su presencia - le informo la mujer a ambos jóvenes, con su gran lealtad a su señora era obvio que no pronunciaria palabra de que los encontró haciendo por lo que tomo a su señora y ambas se retiraron del lugar mientras anthony las dejaba ir sabiendo que nadie descubrirá lo que paso si llega después de ellas.
En esos minutos que paso que fueron eternos para la escritora más famosa de Londres Valery le explicaba la situación en el hogar y como Colin se había descontrolado al descubir que su madre recibió a su familia en lugar de su esposa y el como la amenazó de que si no la traía rápidamente perdería su trabajo y su vida si no le era eficiente.
Al llegar al su hogar fue cariñosamente recibida por Violet que traía consigo a sus dos hijos menores y su nieto mayor, a su lado estaban los hijos de Anthony los cuales la recibieron con un gran abrazo, le decían que la habían extrañado y ella soltó leves lágrimas al verlos tan grandes, Colin disimulaba su molestia pero después expresaria los límites que le impondrá a su esposa respecto a esos niños.
Entonces el silencio se hizo presente en la habitación cuando Anthony bridgerton hizo acto de presencia mirando desafiante a su hermano menor el cual no pudo disimular el malestar de verlo a solo unos metros de Penelope la cual aún no se despegaba de lus bastardos de su hermano.
Continuará...
Quedo atenta z sus comentarios y votos disculpen la demora.
ESTÁS LEYENDO
.La Mujer De Mi Hermano.
FanfictionAnthony / Penelope / Colin. Anthony : No me case por amor, pero la costumbre hace crecer el cariño y no voy a perderlo todo por un niño que nunca pudo mirar más allá de su propio ombligo. Penelope: El amor creció con el tiempo, tenía una familia mar...