𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏

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17 de abril del 2022

Hoy era el día que Wei WuXian encontró fecha libre para su cita en el dentista. Agradecía no haber tenido que esperar mucho, porque no aguantaba el insoportable dolor de muela.

Toda su vida a tenido una buena salud bucal, teniendo como resultado una dentadura y sonrisa perfecta; misma sonrisa que le roba suspiros a las personas que son testigo de ella. Eso es algo que les agradece a sus padres, ya que desde pequeño le dijeron que tenía una sonrisa muy linda y no debía privar al mundo de ella, por eso debía cuidarla muy bien.

Siendo sinceros, Wei WuXian no pensaba ir al dentista hasta su revisión anual; esto hasta que vio a Nie HuaiSang —su vecino y mejor amigo— con las mejillas tan hinchadas, que apenas podía abrir debidamente sus ojos, y portando una venda que le rodeaba el contorno del rostro, todo debido a que le sacaron las cuatro muelas del juicio.

Él, como su mejor amigo, no iba a desaprovechar la oportunidad para burlarse; he ahí su error. Pues a la semana siguiente amaneció con un extraño dolor en la mejilla, su padre le recordó que en su adolescencia quedó pendiente quitarle su última muela de juicio.

 Pues a la semana siguiente amaneció con un extraño dolor en la mejilla, su padre le recordó que en su adolescencia quedó pendiente quitarle su última muela de juicio

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La extracción de su muela no fue tan grave, pues no estaba tan inflamada ni dañada; llegó a tiempo antes de que empeore. Por ello, Wen Yīshēng solo le indicó que mordiera el algodón, que le había colocado, hasta que pare el sangrado y cierre la herida. Además, le recetó tomar una pastilla para la inflamación y el dolor cada ocho horas por tres días y, finalmente, le recomendó comer alimentos blandos por unos días para prevenir una posible infección, además de tener una curación más rápida.

A comparación de Nie HuaiSang, él solo tenía una ligera hinchazón en la mejilla izquierda y un dolor soportable.

Eso hubiera sido todo, si no tuviera tan mala memoria como para olvidar las llaves de su auto en el consultorio médico. Ahora Wei WuXian se encontraba en el ascensor rumbo al tercer piso.

  —Oh, māmā, ¿por qué tuve que heredar tu mala memoria? —dijo mientras hacía un pequeño puchero.

En otro lugar

  —¡Achís!

  —Salud, cariño.

  —¡Lǎogōng! Me voy a enfermaar~ —CangSe se acurrucó más a su pareja—. Abrázame fuerte.

Wei ChangZe lo hizo, además de cubrirla mejor con las mantas. 

 

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𝐿𝐴 𝑀𝑈𝐸𝐿𝐴 𝐷𝐸𝐿 𝐽𝑈𝐼𝐶𝐼𝑂 - 𝐴𝑑𝑎𝑝𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑊𝑎𝑛𝑔𝑋𝑖𝑎𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora