𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟒

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Ambos ya se encontraban en el consultorio en la espera del doctor. Esta vez Wei WuXian decidió quedarse parado bajo el umbral de la puerta, pues se dio cuenta que Lan WangJi no podría apreciarlo como quería si se quedaba sentado como siempre. Los minutos pasaron y no había rastros del susodicho, el ojigris, un poco ansioso, estaba por sacar la cabeza y ver si el Lan se avecinaba por los pasillos, sin embargo, cuando estaba por moverse sintió una sombra grande tras él, un par de manos se posaron en sus hombros haciendo un poco de presión.

  —Permiso. —Una voz profunda resonó cerca de su oído; voz que conocía muy bien.

Al girar pudo vislumbrar detrás de él a quien su corazón anhelaba, y creyó verlo portando una ligera sonrisa. «Imposible», pensó incrédulo, sin embargo, cuando intentó comprobar que su vista no le había jugado una mala pasada, el doctor ya había ingresado. Decepcionado solo pudo apreciar su espalda; un hermosa por ciento.

  —¿Te molesta el alambre? —preguntó Lan WangJi desde el sillón ortodoncista donde le estaba haciendo los ajustes necesarios a los brackets de Luo QingYang.

  —No, está bien.

  —Ella es la última paciente, HánGuāng-Jūn —informó Lan JingYi.

Los tres se trasladaron hacia el escritorio. Lan WangJi tomó asiento e hizo un recibo que luego le entregó a Luo QingYang.

  —Esta es tu cuenta.

  —Gracias. —Después de recibirlo llamó a su compañero—: ¡Wei WuXian!

Wei WuXian, que todo este tiempo se había quedado inmóvil en el umbral de la puerta desde el pequeño incidente, por fin reaccionó. Se acomodó discretamente la ropa y se acercó al escritorio a paso veloz sentándose en la silla vacía al lado de su compañera.

  —¿Me llamabas?

  —Sí, ten, para que pagues. —Mientras le entregaba el recibo no perdió la oportunidad de molestarlo—: ¿Otra vez en las nubes? ¿En qué tanto piensas, YunDao?

  —Aw~ MianMian, ¿estás preocupada por mí? —dijo con falsa conmoción.

"Juego de palabras", murmuró Lan WangJi.

Wei WuXian no pudo prestar atención a la respuesta de Luo QingYang, pues le pareció escuchar decir algo al Doctor Lan; sin embargo, al levantar la vista, el Lan se encontraba escribiendo algo tan concentrado que hasta su entrecejo se frunció.

«Tal vez estoy imaginando cosas», pensó el ojigris.

  —Doctor Lan, no he visto a otro ortodoncista tan joven como usted —mencionó Luo QingYang.

  —Me gradué y ejercí mi profesión a temprana edad —informó mientras escribía—. Aunque no lo parezca tengo treinta —terminó de decir entregándole los papeles clínicos a la chica.

Y es verdad. Lan WangJi se fue a los Estados Unidos con quince años de edad debido al trabajo de sus padres, allí dio el examen de nivelación para la escuela secundaria, y como resultado lo pasaron al doceavo grado —último año escolar—, por lo que se graduó dos años antes. Gracias a ello terminó la universidad a los veinte años, pues su carrera le tomó cuatro años; la especialización de ortodoncia y otros cursos avanzados le tomó tres años más. Finalmente, a sus veintitrés años regresó a China a ejercer su carrera a una temprana edad.

«Ja. Yo tenía razón», pensó victorioso Wei WuXian al adivinar la edad, aunque luego se arrepintió de no haber apostado con el Nie.

    —¡No lo aparenta! —alagó la chica sorprendida—. ¿Y dónde estudió?

𝐿𝐴 𝑀𝑈𝐸𝐿𝐴 𝐷𝐸𝐿 𝐽𝑈𝐼𝐶𝐼𝑂 - 𝐴𝑑𝑎𝑝𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑊𝑎𝑛𝑔𝑋𝑖𝑎𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora