Worst Behavior 《Adrien Agreste y tú》

1. Internado.

ACLARACIÓN:

• No miraculous, no poderes.

• Contenido explícito.

• Drama, amor, suspenso, drama, caos, drama, y más drama. 8)

¡Disfruten la lectura e imaginen!♡.♡

Pov ____________:

—Pervertir a un chico inocente y tímido ha de ser muy divertido —deje de mirar mi celular para ver a donde Alisse miraba.

Bert, el chico tímido y guapo del internado. Sí, internado.

Un raro sitio en el que los hombres millonarios inscribían a sus hijos para que los "corrigieran", en realidad aquí no hacíamos nada más que tomar clases como si de una Universidad se tratara.

Bert era el chico más guapo que había conocido, estaba en el ala sur, donde estábamos nosotras. En el ala norte estaba el otro grupo.

Hoy sería la gran ceremonia de aniversario del internado donde el ala sur y el ala norte se reunirían.

Guarde mi celular para ajustar mi feo saco negro, llevábamos por reglamento interno un ridículo uniforme negro con el escudo del internado en la parte derecha.

La falda la llevaba tres dedos arriba de la rodilla, por fortuna no me han dicho nada pero mi falda y la de Alisse es más corta que la del resto de las chicas. Y la diferencia es obvia.

—¿Y si no es inocente? —pregunte socarrona, ambas empezamos a caminar para seguir al resto.

Íbamos directo al punto céntrico donde se llevaría acabo la ceremonia.

—No importa —aludió—, ¿hace cuánto no estamos con alguien íntimamente?

A mi mente vino el momento íntimo con Levyn, el chico que ocupaba el cuarto que estaba frente al mío. Justo hace un par de días.

—Querida, no estás con alguien porque no quieres —me burlé de la rubia para adelantarme unos pasos.

—Estamos aquí —deje de escuchar las palabras de la directora para analizar todo a mi alrededor, sus palabras eran aburridas.

Un bostezo escapó de mi boca y todos ríeron.

—Por lo que veo —cubrí mi boca—, este gran día tendrá un cambio.

La directora me miro con rabia, sonreí avergonzada e hizo lo que temí desde un principio.

Al terminar la ceremonia me reinstalaron y no en el ala sur sino en el ala norte.

Cuando estuve en aquel auditorio repleto de estudiantes bien portados me sentí un tanto incómoda.

—Bienvenida al ala norte —vi a una mujer caminar a mi—, aquí somos más exigentes.

Me entrego una nueva falda, rodé los ojos y la tome de mala gana.

Cuando me dieron una "bienvenida" salí del auditorio, camine junto a la misma mujer hasta llegar a un edificio.

—Te acompañare hasta aquí, tu cuarto es el tres, uno, cuatro —alce una ceja.

—¿Trescientos catorce? —me miro con desaprobación.

Dio media vuelta y se fue.

Entre al edificio donde algunas miradas se posaron sobre mi, camine al cesto donde tire aquella falda nueva.

Fui directo al ascensor y subí antes de que se cerrara. Me recargue sobre una de las paredes y vi al chico que estaba dentro del ascensor.

Un rubio de ojos esmeralda y piel levemente bronceada. Portaba con perfección el uniforme, un chico tímido.