11. Distancia.

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Pov ______________:

—Adrien —el rubio ignoró mi llamado e ingreso al baño.

Llevaba dos días ignorándome, poniendo distancia entre los dos.

Apreté los labios indignada, no podía ignorarme así, no cuando estaba por irse en tres días.

La regadera sonó del otro lado, mire de reojo el reloj de mi celular, faltaban casi dos horas para que las clases iniciaran.

Sonreí maliciosa para ponerme de pie, me quite la pijama a la par de mi ropa interior, entre al baño con lentitud, vi a Adrien de espalda, tallandose el torso con la esponja.

Mordí mi labio ante dicho visual. El agua caía sobre él, su cabello rubio estaba húmedo, su cuerpo estaba repleto de agua y poca espuma.

Cerré la puerta a mi espalda, camine lentamente mientras ataba mi cabello ahora corto en un pequeño moño deshecho.

Abrí la puerta cristalina y entre a la ducha.

Al parecer estaba absorto en sus pensamientos ya que no me escuchó, me acerque lentamente y lo abrace por la espalda. Se sobresaltó y reí.

—¿Qué piensas? —pregunte con tono suave, dejando pequeños y lentos besos sobre su espalda.

—N-nada —tartamudeó—. Saldré para que te bañes.

Intento alejarse de mí.

—Adrien —susurré—, deja de evitarme, odio que pongas distancia entre los dos.

Me separé un poco y se giro a mi. Ambos nos miramos a los ojos.

—Yo odio amarte y que no me correspondas como quiero —mi rostro reflejó asombro—. ¿Me amas?

Trague saliva.

Amar era extremadamente peligroso, no quería admitirlo pero tampoco quería negarlo.

Una risa amarga escapo de su boca.

—Lo sabía —negó con desaprobación y tristeza a su vez.

Salió de la ducha dejándome sola.

Debía demostrarle que podía tener sexo con cualquier chica sin enamorarse, que podía tener la libertad de conocer chicas sin involucrar sentimientos.

Salí casi corriendo, lo alcance antes de que saliera del baño, me interpuse entre la puerta y su camino.

El rubio me miro confundido pero no dejó de atar una toalla alrededor de su cadera.

—Follame —ordené y me miro sorprendido—, te demostraré que no estás enamorado de mi.

Sonrió con ligero resentimiento.

—Tú no sabes lo que siento —me tomó por las muñecas y me atrajo a él suavemente. Nuestros cuerpos se unieron, el mío sucumbió ante su suave piel y estaba segura de que el suyo también había sucumbido ante el mío—. Y para que te quede muy claro —acercó su rostro al mío, nuestros alientos se mezclaron y mordí mi labio. Deseosa de querer tomarlo de nuevo, quería sentirlo—. Nunca tendré sexo —deje de mirar sus labios color durazno para mirar sus ojos esmeralda—, ni contigo ni con nadie —arrugue mi ceño—. Porque yo solo haré el amor, lo haré con la chica a la que amo aunque es una lástima que ella no me ame.

Su preciosa mirada reflejo dolor, me soltó con levedad y paso por mi lado saliendo del baño.

Apreté los labios con ligera rabia, no podía ir tras él, no podía lanzarme a sus brazos porque se iba a ir.

Salí del baño y lo vi colocándose su pantalón negro.

—Eso es...ridículo —Adrien dejó de vestirse para mirarme.

Worst Behavior 《Adrien Agreste y tú》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora