6. Ala norte.

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Pov _____________:

—¿Puedo ir al baño? —pregunte cuando alce la mano y la señorita Amargada me miro—. Es...urgente.

Logré expresarle que estaba con los "días rojos".

La mujer accedió a regañadientes, tome mi mochila para sacar mi bolso donde llevaba mis productos de higiene personal, deje mi mochila sobre el asiento y salí casi corriendo.

—Señorita Dresden podría...

Deje de escuchar la voz de Adrien cuando camine por los pasillos, me colgue el bolso atravesándolo por mi pecho gracias a su correa.

Me asome por el pasillo y vi a la directora hablando por teléfono.

—¿Qué haces? —me sobresalté al escuchar la voz de Adrien en mi oído.

—Guarda silencio —pedí sin dejar de mirar a la mujer.

—¿Estás diciendo que la alarma sonó porque hubo un intruso? —pausó y solo pensé en miles de teorías—, ¡revisen los registros!, nunca se nos ha escapado uno —se exaltó. ¿Intruso?, ¿algún psicópata quizá?—. Richard, si no lo encuentran me encargaré de que lo encuentren.

¿Porqué estaba tan desesperada?, ¿quién era ese intruso que se llevaba la calma de la directora?

—Roy debe estar por el ala sur —suspiro y alce una ceja—, el ala norte esta despejada, busquen bien.

Colgó y nosotros nos escondimos cuando miro a nuestra dirección.

—Directora —escuchamos una voz masculina—. La llaman de sistemas.

—Gracias, Gilb —respondió la mujer.

Escuche pasos alejarse y espere paciente a poder salir pero mire al rubio frente a mi, era realmente atractivo, sus ojos esmeralda y su cabello rubio lo hacían perfecto pero él ya era perfecto por su forma de ser.

Era un chico sencillo pese a que lo tenía todo, mostraba calidez en él aunque su padre es frialdad pura. Era sencillamente perfecto.

—Vamos —susurró tomando mi mano para volver al aula.

—Ve tú —me miro al instante—, debo ir al baño, ¿tú a qué salías?

—A seguirte —entonó con obviedad y sonreí pícara.

—¿Te llamo la atención la escena que hice? —jugue con mi coleta. Se ruborizó y miro a otro lado.

—T-te veo en clase —se excusó y se fue casi corriendo al aula.

Ahogue una risa.

Es tierno.

—Y posesivo —susurre para mi al recordar su tacto tan manipulador sobre mi cuerpo.

—Señorita Waller —me gire un poco. La directora me miraba fijamente—. Que bueno que la veo, acompañeme.

Me hizo un gesto de que la siguiera y así lo hice.

El Ala Sur. Estábamos de camino a mi anterior grupo pero no sabía para qué, la directora no quiso decirme el motivo.

Vi sobre la entrada del Ala Sur al director, se mostraba relajado pero en su mirada pude notar tensión.

—Directora, gracias por venir y traer a la señorita Waller —extendió su mano a la mujer.

—Espero sea rápido —respondió ella con indiferencia.

—¿Me acompañan?

Como fue obvio tuve que seguirlos, en el trayecto desate mi cabello dejándolo libre al fin.

Worst Behavior 《Adrien Agreste y tú》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora