12. Separación.

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Pov _____________:

Después de que le confesé a Adrien que lo quería, todo cambio. Hoy se iba y no parecía querer quedarse.

—¿Por qué no vienes conmigo? —dejé de mirarme en mi espejo de mano para ver al rubio.

Había dos maletas negras a un lado de la puerta, su espacio del cuarto estaba vacío. Pronto Jhames ocuparía su lugar.

—Adrien, eso no esta permitido, nuestros padres deben autorizar nuestra salida, el tuyo lo ha hecho, la mía no —aclaré obvia.

Me gire de nuevo para terminar de rizar mis pestañas. El silencio cubrió la habitación, mientras yo me alistaba para las clases, él permanecía acostado, esperando a que viniesen para poder irse.

Guarde los pocos cosméticos que utilizaba para maquillarme, un maquillaje natural y no cargado.

Camine a mi armario para tomar mi abrigo negro, hacía un frío horrible.

Cuando tocaron la puerta mire a esa dirección, Adrien se levantó y abrió.

—Adrien, que gusto verte de nuevo —me gire un poco y vi a una mujer alta de cabello azabache con un mechón rojo sobre su fleco, llevaba unos lentes que ocultaban sus lindos ojos azules.

Detrás de ella estaba un hombre alto y robusto.

—Nathalie —saludó el rubio con emoción, sí, él añoraba irse de aquí—. Quiero presentarles a... —me gire de golpe cuando el rubio me quiso presentar.

No podía sonreír falsamente cuando quería llorar por su partida.

Me puse mis auriculares y me lance a la cama para matar el poco tiempo que me quedaba libre.

—Eh... —el rubio tartamudeó—. Mi compañera de piso que es...una maleducada —una fina sonrisa surcó mis labios.

—Sí, ya lo veo —le dio la razón aquella mujer—. Vámonos, el jet espera.

Vi como aquel hombre tomaba las maletas del rubio, Adrien camino a su cama y tomó su mochila. Se acercó a mi cama, cerré los ojos evitando mirarlo. La despedida era cruel sabiendo que no volvería a verlo.

Sentí como me quito un auricular, me quejé y al abrir los ojos me tope con sus preciosos ojos esmeralda.

—Te buscaré —susurró con tono suave—. Lo prometo.

Me dedico una sonrisa sincera, se inclino y besó la comisura de mis labios.

Acaricio mi mejilla y después se alejó.

—Adiós, Waller —susurró cuando estuvo frente a la puerta.

—Adiós, Agreste —respondí con seriedad.

Nos miramos una última vez y se fue, dejándome sola.

Me gire para darle la espalda a todo, abrace mi almohada y suspire.

Me debatía mentalmente si ir a clases o faltar...otra vez.

¡Ve con él!

Me enderece de golpe, me puse de pie y camine a la ventana, me maree un poco gracias a que me levanté rápido.

Vi por la ventana como Nathalie charlaba con la directora mientras que Adrien subía sus maletas a un auto negro demasiado lujoso.

Por impulso salí corriendo de la habitación, la puerta se cerró de un portazo y corrí al ascensor.

—Vamos, vamos —presione el botón repetidas veces pero las puertas no se abrían.

Corrí a las escaleras para bajarlas con rapidez y dificultad a su vez, todo gracias a los botines que llevaba.

Worst Behavior 《Adrien Agreste y tú》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora