9. Primera vez.

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Pov _____________:

¿En serio era la indicada para él?, ¿acaso estaba dispuesto a entregarme su momento más especial a mi?

Sus ojos esmeralda me transmitieron calma pero a su vez lujuria, una lujuria que jamás había visto en él pero extrañamente no iba sola, mostraba cariño.

Sonreí.

—¿Estás...seguro? —susurré con tono bajo, poco audible. Aún seguía procesando su petición.

—Sí.

Al fin, tenía la oportunidad.

Sin previo aviso lo besé, lo besé como nunca antes lo había besado y él siguió el ritmo de mis labios. Nos enfrascamos tanto en una batalla de besos que casi olvidaba mi oportunidad.

Finalmente me monte encima de él, gracias a que dormía sólo con una camiseta de dormir, mi trabajo no sería difícil.

Levante dicha prenda hasta quitármela, todo bajo la atenta mirada de Adrien. Cuando la deje caer a un lado de la cama, me dispuse a inclinarme a él y besar de manera lenta su mandíbula, descendí lentamente hasta su cuello donde escuche pequeños suspiros de su parte.

Procedí con su torso desnudo el cual era sensacional para nuestra edad, me tome con lujo cada caricia, su piel es suave y me encantaba la firmeza que tenía.

Comence a bajar su pantalón de dormir junto a su bóxer, al dejar su miembro libre, sonreí lujuriosa ante su notoria erección.

—El control es mío —susurré coqueta—, pero, puedes tomarlo después de nuestro primer round.

Le lance un guiño juguetón. Hace varias semanas que no tenía nada con nadie, Adrien en serio había hecho que dejará de fijarme en los demás chicos.

Me aleje un poco para bajarme de encima suyo, me quite la ropa interior y tome un preservativo que estaba al fondo de mi cajonera.

—Para que te sientas seguro —entone socarrona. No quería que se llenara de dudas en pleno acto, quería que lo disfrutara, no que se atormentara.

Rompí el sobre y saque el preservativo, volví a subirme encima de él a horcajadas para colocar el preservativo sobre su dotado miembro. Cuando lo tome entre mi mano con firmeza, el rubio gimió, satisfecho por mi mano ejerciendo fuerza sobre su miembro.

Sonreí para inclinarme a él y besar sus labios cortamente.

—Aún tienes oportunidad de echarte para atrás —susurré sobre sus labios con la voz levemente ronca.

La sola idea de que se arrepienta en este instante me causó escalofríos.

—Soy tuyo —susurró con voz suave pero teñida por el placer y la excitación—. Eres la indicada.

Abrió sus ojos y me miro. Carajo, ¿es qué acaso no se cansa de volverme loca? 

Pero no quería estar loca por él si iba a marcharse.

Es sólo la excitación de ser su primera vez, no puede ser otra cosa. Ansiaba llevarlo a la cama y lo había logrado.

Eleve mis caderas un poco e introduje de manera lenta la punta de su miembro en la entrada de mi vagina, Adrien gimió y echó su cabeza hacía atrás.

Sonreí ampliamente, mordí mi labio y de un sentón hice que ingresará en mi.

Gemí un poco ante la sensación tan placentera que recorrió mi cuerpo, mi interior se acoplaba al desconocido y él se acostumbraba a mi estrechez.

Worst Behavior 《Adrien Agreste y tú》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora