8. Presente.

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OJO: La "actualidad" se refiere al tiempo presente, es decir un Adrien y una rayita de veintitrés años.

Lo que significa que los capítulos anteriores son como es obvio "el pasado". 8)

Actualidad.
Pov Adrien.

Mire a la ventana por unos segundos, vi un fuego artificial sobre el cielo oscuro que detonó una cantidad de luces de color verde neón.

—Adrien —deje de mirar a la ventana para ver a la chica—. La cena está lista.

Sonreí un poco.

—Gracias, enseguida bajo, Marinette —la azabache sonrió de vuelta.

Salió del cuarto y mire de nuevo a la ventana. El fuego artificial había cesado.

Deje de mirar a la ventana para suspirar, cada que veía aquellas pirotecnias iluminar el cielo, me recordaba a la noche que ambos habíamos compartido.

La noche en la que la hice mía por primera vez, había imaginado lo bien que me sentiría al estar con ella pero definitivamente había superado mis expectativas y cada que la recordaba, añoraba tenerla entre mis brazos pero...no sabía nada de ella.

—¿Qué opinas? —inquirió Marinette con suavidad—, ¿un corset ajustado o suelto? —miro al techo pensando unos segundos.

Hice lo mismo mirando a la nada, imaginando a Marinette con un corset ajustado y después uno suelto.

—Uno suelto —hablamos al mismo tiempo y reímos.

El timbre sonó y guardamos silencio.

—¿Esperabas a alguien? —pregunto la oji-azul y yo negué—. Yo tampoco —murmuró confundida.

Alce una ceja.

—Espera, voy yo —me puse de pie y camine a la puerta, la abrí con lentitud y vi a una chica pelirroja de espalda—. ¿Si?

Se giro al instante.

—¿Adrien Agreste? —vi que llevo su mano a su chaqueta, parecía buscar algo.

—Así es, ¿usted es...? —pregunte y abrí un poco la puerta.

—Solo soy una vieja amiga —sonrió y empujó la puerta con fuerza, propinandome un golpe.

Caí de espalda ante el repentino golpe, lleve mi mano a mi nariz. Debí suponerlo.

—¡Adrien! —chillo Marinette con horror, corrió a socorrerme ignorando que aquella chica había entrado a nuestro departamento—. ¿Qué te pasa?

La pelirroja soltó una risilla burlona.

—Eso no es nada —mostró desinterés—, Adrien es solo el anzuelo.

—¿Quién es tu presa? —pregunte confundido, tomando el pañuelo que Marinette me ofrecía.

Limpie la poca sangre que salio de mi nariz, por fortuna actúe rápido como para impedir un golpe más doloroso.

—Ya lo verás —se quito la mochila que llevaba sobre los hombros—. Hace tiempo era consciente de las actitudes enfermas de mi madre pero nunca las ejercía sobre mi, por fortuna —vi que saco una pistola. Me enderece y puse a Marinette detrás de mi, pero entonces, la pelirroja sacó un fuego artificial y lo introdujo en el cañon—. Su mayor goce era ella, quién fue la rebelde que acabo con su lista —preparo el arma, camino al ventanal y lo abrió—. Después de que enviaron a mamá presa con una cadena perpetua por la muerte de Terrell, decidí vengarme —suspiro afligida—. Creí que sería fácil, ¿sabes?, una adolescente de diecinueve no es difícil de eliminar y eso que yo tenía en ese entonces diecisiete —apunto al cielo oscuro—. Pero ha desaparecido de la faz de la tierra, nadie ha sabido nada de ella y sacarle información a su madre es...complicado —disparo y aquella pirotecnia explotó en el cielo, dando escenario a varias luces de amarillo neón—. Volverá si tú estás en peligro.

Worst Behavior 《Adrien Agreste y tú》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora