Worst Behavior 《Adrien Agreste y tú》

5. Experiencia.

OJO: Empezamos cap con lo intenso. Advertidas están. 8)

Pov ____________:

Me acosté sobre la cama de Adrien mientras que él me miraba, analizaba mi cuerpo aunque este no se encontraba desnudo.

—Debes conocer el punto sensible de las chicas para así enloquecerlas —aclaré y el rubio me miro a los ojos.

—P-pero... —aclaro su garganta ruborizado—, tú no tienes los mismos puntos sensibles que otras chicas.

—Por eso debes conocer los míos —sonreí—, adelante, puedes hacerlo, Adrien.

Animé al oji-esmeralda. Suspiro, llevo sus manos a mis piernas, las cuales delineó con suavidad con las yemas de sus dedos.

Mire con diversión las acciones de Adrien, me tocaba como si fuese una muñeca de porcelana la cuál no quería romper.

Sus dedos bajaron con suavidad las medias negras que llevaba puestas, las dejó hasta mis tobillos y volvió a acariciar con lentitud.

Mordí mi labio cuando desabrochó mi falda negra de tablones, la bajo lentamente dejando a la vista mi short de licra y al igual que mi falda, el short desapareció.

Me encontraba semi-desnuda frente al rubio, se enderezó un poco y me miro fijamente, su mirada esmeralda iba varias veces de mi cuerpo a mi rostro.

—Eres hermosa —se ruborizó y sonreí.

—¿Nunca habías visto a una chica desnuda? —alce una ceja mientras me apoyaba un poco sobre mis codos.

—Bueno, si pero...nunca he estado con una chica —aclaró con obviedad—, por lo que...eres la primera chica a la que desnudo.

Sonreí, abrace con mis piernas su cadera y lo atraje a mi.

—Sigue con la clase, novato —le guiñe un ojo y soltó una risita.

Volví a acostarme mirando el techo unos segundos hasta que sentí su tibio aliento sobre mi vientre, mi respiración se agito.

Vi que se quito su saco y lo dejo caer al suelo, se inclino a mi y comenzó a dejar pequeños besos sobre mi abdomen, comenzó a subir de manera lenta hasta que se detuvo cerca de mis senos.

Deje escapar el aire que retuve, vi que subió y ocultó su rostro en mi cuello.

—Debo comprobar si el cuello es tu zona sensible —susurró en mi oído.

—Es solo una de ellas —susurré de vuelta—. Tengo otro punto sensible.

Adrien comenzó a besar y morder mi cuello con lentitud.

Sus movimientos eran lentos pero embriagadores, algo que me mantenía ansiosa y eso era raro en mi.

Usualmente adoraba la adrenalina de los roces y caricias pero Adrien lograba mantenerme en equilibrio con su calma.

Paso sus manos por debajo de mi espalda y cuando desabrochó con agilidad mi sujetador, alce una ceja.

—He encontrado el segundo —susurró de nuevo en mi oído con voz baja cosa que me erizó el cuerpo entero.

Logró sacarme el sujetador y sin previo aviso comenzó a repartir besos sobre mis senos, un jadeo escapo de mi boca y comencé a sucumbir ante él.

Había logrado excitarme, había encontrado mis puntos sensibles, dejo sus manos inexpertas acariciando mis pechos mientras que él descendía sus besos por mi abdomen dejando leves mordidas.

Se detuvo justo sobre el borde de mis bragas, alzó la mirada y al verme sonrió ruborizado.

—¿Puedo? —pregunto en un susurro y reí.