7. Posesivo.

647 73 8
                                    

Pov ____________:

—¿Qué clase de...castigo? —susurré complacida ante los besos del rubio sobre mi cuello.

Esto más que un castigo era una recompensa.

Su lado posesivo era mi mayor goce. Saber que alguien tímido e "inocente" era un controlador y posesivo en la cama no tenía precio.

Me encantaba, Adrien me hacía amar su lado inocente y perverso.

Deslizo sus manos por mi cuerpo, delineando mi perceptible figura.

—Ahora verás —murmuró con voz ronca.

Dejo de estar frente a mi para estar entre mis piernas, por encima de mi short de licra acaricio mi entrepierna. Gemí gustosa, su tacto era tan sensacional que la sola idea de tenerlo para mi me era jodidamente increíble.

El rubio siguió acariciando por encima de mi short hasta que coló por debajo de mis prendas sus dedos. Delinearon mi hendidura y yo jadee.

—¿Le hiciste un oral a Liam? —detuvo sus caricias y yo gruñí.

—No —respondí jadeante—. Solo te hizo una broma.

Retomo el movimiento de sus dedos. 

—¿Has estado con alguien más? —volvio a detenerse.

—No desde que llegue aquí —respondí frustrada—, al único que he tocado es a ti.

Adrien siguió dándome placer y yo gemía gustosa, totalmente cegada por el placer que el rubio me causaba.

Joder, con él me volvía toda una sumisa, con él cedía mi control.

El rubio ingreso un dedo en mi y arqueé mi espalda, moría por que me sintiera, por ser yo la chica que él quisiera tener.

—Por favor... —estaba por pedirle que me follara de una vez pero tocaron la puerta.

—¡Adrien, nuestro club va a empezar!

Era Cathy. Adrien dejo de complacerme.

—Oh, lo había olvidado —fingió demencia y yo abrí mis ojos sorprendida—. Que mal, debo irme.

Este era su maldito castigo, ya decía yo que daba buenos "castigos"

—Tienes que estar jugando —gruñí y él sonrió aún más.

—No, linda —se alejó un poco, vi que llevo sus dedos a su boca para lamerlos. Jadeé ante aquel visual—. Igual de exquisita que siempre.

Me guiño un ojo, tomo una tableta de su escritorio y salió de la habitación con rapidez. Ahogue un grito de rabia, tome un cojín y lo lance a la puerta.

—Idiota —susurré aunque mi rabia se desvaneció—. Lo logré —me felicite a mi misma—. Logré pervertir a un inocente.

Alisse estaría orgullosa de mi.

Me enderece, mi ansiado orgasmo se había desvanecido y no quería tocarme yo misma, quería que él terminara el trabajo pero como era obvio, no lo haría.

Por la noche.

—¿En serio lo lograste? —la voz de Alisse sonaba entusiasta.

Reí y mire el esmalte negro de mis uñas.

—Si, ¿puedes creerlo? —inquirí con diversión.

Escuche como la puerta era ligeramente abierta, me puse de pie de golpe. Tenía planeada una devolución de castigo para Adrien.

Worst Behavior 《Adrien Agreste y tú》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora