El Deseo del Olimpo 𝐈. Ⓒ [Blue Fortress]

Capitulo 5: El Inframundo de Hades.

Las cosas han mejorado para ser exactos tres meses han pasado desde que Eros me entrena, en ese tiempo aprendí mucho sobre los dioses y criaturas místicas. Eros y Víctor siguieran entrenándome para manejar mejor la espada. por otro lado, no hay rastros de mi poder.

Eros ha intentado todo para despertarlo, pero de nada sirve. Vrol nos habló sobre un método que nos podría ayudar, pero Víctor no estaba totalmente convencido.

— No la llevarán a ese lugar, básicamente la quieren meter a la boca del lobo.

— Si, pero al menos Cerberus podrá ayudarla. — Aclara Vrol.

— Anfitrite la va a encontrar e intentara matarla, el inframundo es el peor lugar para llevarla, Eros.... ¡Tú lo sabes!

— ¿Crees que el ladrido de Cerberus logrará prende ese poder nuevamente? — pregunta Eros a Vrol.

— No solo... lo creo, sabes que el  ladrido de Cerberus hace que las almas colapsen en un punto de dejar el cuerpo.

— Es un suicidio! — recalca Víctor.

— Pero ella  tiene sangre de dioses, el alma de ella resistirá cualquier cosa.

— Si, pero ella es muy débil aún, tener sangre divina no hará que su alma no se destroce. — Habla Eros.

— Tienes Razón Eros, pero es la única manera de al menos intentar, llevamos meses tratando de encontrar ese poder en ella, pero de nada sirve.

Luego de una larga conversación Eros al fin se decidió y aceptó ir al inframundo. Yo no opine en ningún momento ya que haría lo que fuera por hacerme más fuerte, lo haré por mi madre y mi abuela, acabaré con los culpables de su muerte... Lo juro, aunque veces mis ideales se derrumban por momentos, pero esta vez no dejare que nadie me lo arrebate, no mientras viva.

— Iré con ustedes!

— Menos gente... mejor! — Aclare al ver de quien se trataba.

— Tal vez, pero necesitan de alguien que les cubra la espalda y yo soy buena en eso. — Dice Licia y Su mirada va a Eros el cual preparaba unas cuantas cosas para el camino.

— Azul tiene razón, No hace falta que vengas... tardaremos menos de un día.

— No seas así... déjame ir con ustedes. — Ruega Licia.

Yo ruedo lo ojos y me despego de estos, Licia buscará cualquier excusa para no dejarme a solas con Eros, no entiendo su frustración, estos meses solo vivía interrumpiéndonos. Por otro lado, he intentado mantener una conversación estable con Eros después de aquel día en el bosque, pero él es muy difícil.

— ¿Seguro que no quieres que vaya?

— No te preocupes, Eros dijo que no duraríamos más de un día, tú mejor quédate a ayudar a Vrol en lo que necesité. — Le respondí a Víctor.

— Aceptaré solo porque aquella criatura no permite a más de dos personas a bordo. — señala a un enorme león blanco con alas enormes recostados cerca de los árboles.

— Es hermoso.

— Si lo es. — dice admirando a la enorme bestia.— prométeme que te cuidarás Azul.

— Te lo prometo... además Eros me cuidara no te preocupes— hablé.

— Sobre eso escucha con atención... Eros fue mandado a cuidarte más sin embargo siento que te estás acostumbrando mucho a el...

— ¿De que hablas?

— Aún nadie te lo ha dicho pero, Es normal que sientas atracción física hacia el.