El Deseo del Olimpo 𝐈. Ⓒ [Blue Fortress]

Capitulo 12: Deseo.

Debo darles un nombre, no quiero dejarlos aquí y aunque a Eros no le agrade la idea los llevaré conmigo.

— A ver... ¿Que nombres les pondré? — Digo mientras sigo en la habitación junto a estos dos.

Luego de pensar un poco a la blanca le pondré Zoé, como mi madre y al moreno... Venus.

— Venus y Zoé....Si me gusta!— sonrío mientras acaricio a los pequeños.

Al parecer si les gusto. El vestido que traía era algo apretado, pero a la vez cómodo, para no tener tecnología avanzada si tienen buenos gustos aquí. En fin salgo y afuera están todos celebrando y luciérnagas alumbrando el lugar. Todos bailaban y una música
al fondo les seguía El Paso.

— Estás hermosa Azul.— Victor se acerca y me toma del brazo para llevarme a un grupo de bailarines.

— Azul! Prueba esto te va a encantar — Vrol me ofrece una bebida algo peculiar.

— Que es?

— Es como alcohol, pero más fuerte, proviene de la orina de los fénix. — responde Víctor rápidamente y Vrol asiente.

— Creo qué paso.— digo tratando de no sentir asco.— ¿Donde está Eros?— pregunto y Vrol y Víctor se miran entre sí.

— Dijo que quería descansar.— Responde Víctor.

— ¿Donde?— vuelvo y pregunto sin importarme nada.

— Dentro.

Miro hacia el lugar y me alejo de ellos. para mi gusto Eros es muy agua fiestas, las personas de aquí nos están dando una despedida muy agradable de su parte.

Vuelvo a dentro y tímidamente tocó la puerta que me separaba de Eros, el cual no tarda en abrir. Traía su pelo desordenado y estaba sin camisa, y pude lograr ver todos sus tatuajes con más presión.— ¿Que quieres?

— ¿P-por que no sales? Todos se están divirtiendo.— hablo con la vista en el suelo.

Este me mira incrédulo y de un momento a otro toma mi muñeca y me introduce hacia dentro luego cierra la puerta detrás.

— ¿Que crees qué haces?.

— ¿Que crees qué haces tú?

— Solo quería que les agradecieras con estar ahí, ellos han sido muy buenos con nosotros.

— Claro convence a tu pequeña cabecita de que solo viniste por eso.

— De que hablas?

— Habló de que tu presencia compite con la mía y crea una cierta debilidad y en mi... cosa que no me gusta para nada.— al escucharlo me paralice por completo.

¿No se suponía que era al revés? o quizás.....

— Eres un estorbo para mi.— habla con cierto enojo en su mirada.

Creo que hacerme  iluciones con el, no servirá de nada. Es un idiota!

—¿Por que eres así, que te he hecho yo? Se que no soy lo que quieres, pero porque me odias tanto?

— Ese es el maldito problema... —. Suelta acercándose a mi —Quiero! deseo odiarte... Pero no puedo.

— Pronto terminará esta pesadilla para ti, me llevarás con Zeus y tu trabajo habrá terminado... — Nunca le di tanta importancia, pero viéndolo así, este tiempo que compartimos juntos se terminará.— Es lo que quieres, no?

— Era lo único que quería.— Mi respiración ya no era la misma.

— Bien...— digo y trate de irme, pero su voz me detiene.

— No procuro que me creas, pero....— dice— Me he enfrentando a dioses poderoso, a titanes enormes con la fuerza capas de destruir universos completos y ninguno de ellos pudo doblegarme... como lo han hecho tus ojos.

Esas palabras provocan que cada parte de mi ser, cada latido y cada lágrimas ya no sean un impedimento para sentirme bien otra vez. Sin saber que era lo que deseaba escuchar, hoy puedo decir que fue el día en el que me rindo ante uno de ellos.

— Y créeme... – Dice volviéndose a acercar a mi por detrás colocando una de sus manos en mi cintura y junta su frente en mi nuca. — Me molesta bastante.

Con el corazón a mil volteo y me encuentro con su mirada tenue y melancólica. Me aferro a su cuello y no pude evitar besarlo. Lo necesitaba era obligatorio para calmarme.

Eros me separa de el y toma mi mentón.— Una vez empiece no voy a parar, tienes tiempo de irte. — Me advierte.

— No quiero irme.— Suelto y trato de besarlo nuevamente, pero no logro nada. Esta necesidad iba acabar conmigo, Mi respiración no se calmaba y mi ansiedad por tocarlo y besarlo iban consumiendo. — P-por favor.....— supliqué con la garganta quebrada.

Este solo me miran con deseo, pero algo en el lo detenía, no sabía con certeza que era, pero ese algo no pudo contenerlo por siempre y me toma del cuello para posar sus dulces y suaves labios en los míos. Su otra mano viajó a mi cintura y me pegó más a el, profundizando el beso. El cosquilleo en mi entrepierna vuelve a aparecer y mi cuerpo se engranuja ante sus toques. Era lo que deseaba... lo quería! Lo quería a él.

Levanta mi vestido lentamente sin despegar sus labios de los míos, hace contacto con mis pantis y el escalofrío volvió a apoderarse de mi, pero el deseo es más fuertes. Nos acercamos a la cama y el me tumba en esta, mientras va deshaciéndose de sus pantalones y me deja apreciar su cuerpo. Era todo un Dios griego, mis ganas de ser suya crecían mas.

Era Perfecto en todos los sentidos, sus tatuajes, su mirada, cada detalle de su cuerpo era Perfecto. Y su amiguito... mierda era enorme!

Este se dirige a mi y me quita el vestido dejándome solo en ropa interior, sus manos recorren mi abdomen y viajan debajo de mi ombligo lo cual hace que mis hormonas se disparen y un cosquilleo hace que muerda mi labio inferior.  Luego atraviesa mis pantis y hace contacto con mi intimidad haciéndome retorcerme por dentro de placer. Masajea constantemente y sus besos en mi cuello me alarman más. Fue bajando sus labios hasta llegar a Mis senos los cuales estaban a su Merced. Mis gemidos hacían eco en ese lugar. Dejó de frotar mi intimidad y se deshizo de mis pantis por completo y bajó sus labios a ellos.

Nunca imagine lo bien que se sentía esto, mi entrepierna vibraba, todo mi cuerpo lo hacía. Eros fue subiendo la intensidad al igual que mis gemidos fueron haciéndose más oíbles. Todo el es cínicamente deseable.

Terminó de lamer y jugar con mi parte y subió con una sonrisa gloriosa, sus labios estampan los mío y no puedo evitar a aferrarme mas a el. Y sin aviso posicionó su amiguito en mi entrada y lo entro dejándome sin aliento.

El ardor no tardó en aparecer y sentía como todo mi cuerpo iba a explotar. Al principio fue lento, pero luego fue subiendo el ritmo y los gemidos de antes se quedaban cortos ante estos. Mi cuerpo se estremecía en cada embestida. Sus besos trataban de callarme, pero era imposible, su fuerza iba aumentando y aquí es cuando el ardor empieza a disminuir y las ganas de que no parara me consumieron, Me aferro más a el y el sudor de nuestros cuerpos hacían la escena más deseable posible. Este habré más mis piernas y me volvió a embestir entrando su amiguito completo. Un grito de placer vuelve a invadir, Mi parte se sentía tan húmeda y sus embestidas se volvieron fáciles en entrar y salir.

Mi cuerpo está asiendo cosas que nunca imaginé, Más bien nunca pensé que esto fuera tan deseable.

O quizás solo lo es porque estoy con el, Eros Dios de la Atracción. Cambia mi posición rápidamente, poniéndome en cuatro. Me sostiene el pelo y vuelve a embestir.

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