WandaVision [Fratt]

7 | Rompiendo la cuarta pared (2010s)

—Creo que ya expliqué varias veces que, uhm..., no fui testigo de nada —dijo Murdock, no sabía por qué estaba sentado en una silla ni con quién estaba hablando—. Supongo que la fiesta se salió de control...

El pelirrojo recordaba bien la noche anterior, cómo Wanda había expandido el campo de energía cósmica que protegía Westview y, después de eso, todo era borroso... ¿habían celebrado o simplemente había caminado a casa como si fuesen ordenados a hacerlo?

—Oh, espera, espera —se detuvo Matt, haciendo memoria— ¿Dónde está Frank?

Como si el set personal hubiese sido más un estado mental que algo continuo en el espacio, Matthew simplemente se levantó. Había estado almorzando con los falsos hijos de Frank, pero el pelinegro no había llegado a casa la noche anterior.

—¿Qué pasa? —cuestionó Lisa, al notar que el pelirrojo había bufado y había empezado a llevar los platos al fregadero con demasiada prisa.

—Frank... no ha regresado —suspiró Murdock, negando con la cabeza porque con los niños a su cargo no podía retirarse en su búsqueda e ir con ellos podría significar enfrentarlos a algún peligro.

—¿Acaso no solía hacer eso antes? ¿Irse sin más? —cuestionó la niña.

Matthew se quedó en silencio por unos instantes—: Debemos ir a buscarlo...

—Si no quiere estar aquí, ¿qué podemos hacer? —preguntó el otro niño, aún sentado en su lugar y bebiendo un vaso de licuado.

—Conozco a Frank —dijo el pelirrojo mirando a la cámara—. Estoy demasiado seguro de que si tuviera la oportunidad de pasar tiempo con sus hijos, así como de haberse esmerado tanto para tener buenos disfraces de Halloween, por lo menos habría intentado estar con nosotros...

La realización golpeó a Murdock, solo habían dos posibilidades y ambas se entrelazaban. Era posible que Castle recordara todo de la misma forma en que Matt lo hizo, pero eso significaba traer devuelta todo... lo bueno con lo malo. La otra opción era que fuera detrás de los Visión, lo cual también terminaría con él recordándolo todo de igual manera.

***

"Si te pido un favor... ¿lo harías con la promesa de que te lo compensaré?", le había preguntado Castle hace años en las oficinas de Nelson, Murdock & Page. La ciudad estaba silenciosa a varios meses desde el Blip y Frank se sentía nervioso.

"Umm... claro, sí", había sido la respuesta dubitativa de Murdock dejando los papeles a un lado.

Ambos habían visto los noticieros, cómo con el paso del tiempo se presentaban casos de depresión alrededor del mundo y cómo en muchos casos la terapia no era suficiente para ayudar a las personas a lidiar con la soledad y las ganas de terminarlo todo. Vivían en un mundo en el que hasta el Capitán América iba a terapia por las consecuencias del Blip.

Y, por ello, Matthew aceptaba. Aceptaba que lo único cercano en ese momento era Castle, la única persona. Ambos, hasta cierto punto, aprendieron a entenderse el uno al otro. No buscaban lidiar mucho con lo que les sopesaba pero sí podían compartir las ganas de rodearse en empleo para no liberar la mente, de trasnochar en las calles con tal de no dejar espacio libre para pensamientos intrusivos y mantenerse juntos para alejar la idea de soledad.

Frank no le temía a la idea de la soledad, se había acostumbrado a ella con cada noche solitaria en vela y con todas las mañanas abrumadoramente silenciosas. Pero sabía lo que aquél abandono podía causar en alguien como Matthew y sentía cierta responsabilidad ahora que no tenía a otras personas en su círculo.