—¡Maldita sea, Solomi! —incontrolable, sujeto al hada y la aprieto entre mis manos—. ¡¿Por qué no me dijiste que los humanos y los Elfos no se llevaban?!
—Porque no sabía, conozco donde están los pueblos de humanos cercanos, pero no tengo idea de su organización política.
No, siquiera sabía que hay un pueblo de elfos cerca de aquí —.
—¿Es la verdad?
Ella grita asustada.
—¡Lo es! ¡lo juro! No tenía idea.
La suelto y me siento en el suelo, recargado en la pared de la sala del núcleo.
—¿Qué harás ahora? —pregunta dubitativa.
—Seguiré el plan, pero con algunas modificaciones.
—¿Vas a joderte a ese sujeto? —parece demasiado emocionada por esto, es extraño.
—Lo haré —menciono decidido—. Pero no más violencia, no me gusta en realidad.
—¿Y qué harás entonces?
—¿Qué tan activa eras en los movimientos de la mazmorra con el anterior dueño?
—No tanto como me gustaría...
—Bien, eso cambiará ahora.
—¿Qué planeas?
—Quiero que hables mañana con la chica.
Ella sonríe de forma malvada y se para en el tablero mientras observa como empiezo a generar algunas armas y equipo. Hubo un cambio de planes debido a la nueva información.
Uso el tiempo que me queda para relajarme, pero la culpa me invade, ¿y si hubiera convencido a Leo de que se quedara? ¿si no la hubiera enviado allí?
Esto podría ser mi culpa, pero a la vez, no tenía otra cosa qué hacer.
—¿Sí te dijera que podrías tener la oportunidad de ir a su pueblo a rescatarla? —cuestiona Solomi al notar mi frustración mientras corto madera.
—¿Cómo?
—Evoluciona...
Suspiro, es la respuesta para todo, así que mejor dejo pasar el día, invocando otros tres esqueletos a escondidas del hada.
Finalmente, el siguiente día llega y observo en el monitor.
—Hola, pequeña humana —Solomi parece disfrutar su actuación frente a la chica.
¿Pequeña?
Me río irónico.
—¿Quién eres?
Enciendo la luz tal como me indicó y el hada se hace visible.
—Mi nombre es Solomi, la gran reina de estos aposentos, ama y señora de la mazmorra, líder del ejército de esqueletos y próximamente goblins de este lugar.
¿Alguien se tomaría en serio esa presentación?
—¿Qué quieres? ¿por qué nos tienes prisioneros? —al parecer, la chica sí.
—Cómo verás, mi querido castillo está en proceso de regenerarse, necesito energía, recursos y alguien capaz de salir por allí, ¿te interesa el puesto?
—Jamás trabajaría para ti, ser sucio y vil.
—¿Me dices vil? ¿no engañas a tu prometido con ese sujeto?
—¿Cómo...?
—No hay nada en esta mazmorra que yo no vea ni oiga, señorita, fuiste muy amable al ofrecerle un escape a mi subordinado, pero ya tuvo su castigo.
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Solomi's Dungeon
FantasySola, moribunda, desolada. Pensé que sería mi fin cuando el maestro de mi mazmorra murió, por lo que usé toda la energía de la que disponía buscando traer a uno nuevo, alguien tonto pero fuerte, un ser fácil de controlar; sin embargo, terminó aparec...