Rompiendo El Límite

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—Bien, ahora besense —Solomi ordena y en el almacén, sobre la piel de venado, Ría y yo observamos confundidos.

—¿Por qué?

—Porque entenderán que alguien como yo no puede hacerlo, así que quiero ver qué es lo que les gusta tanto a los humanos sobre eso.

Aprieto los labios, Solomi dijo que tenía un plan y prometió no exagerar, así que me comprometí a seguirle el juego, pero...

—Si lo hacen bien, les dejaré a ambos el día libre —ella entiende el concepto, pero eso no funcionará como reforzador. Ría aún duda, pero no dirá que no, no se resistirá ante las órdenes de Solomi debido a su preocupación por Ivar. El punto es hacer que olvidé esas preocupaciones y lo haga por interés propio.

«Tienes que ofrecerle algo agradable, no quitarle la única actividad que tiene para pasar el rato».

Si ría tuviera algo en qué aprovechar su tiempo, esto tal vez funcionaría, pero darle el día libre solo la dejará sola y aburrida.

Ella guiña al recibir mi voz a través de la interfaz.

—O mejor... ¿qué tal un poco más de ropa para la chica?

Ría abrió los ojos por la emoción.

—¿De verdad? ¿podré usar más ropa? —Solomi ha dado en el clavo.

—¿Estás segura? —pregunto a la chica para reafirmar, no es como que quiera literalmente pagar para que alguien me bese.

Ella asiente.

—Es una orden de la maestra, de cualquier forma, pero... me gustarían aunque sea un par de bragas para ponerme.

Suspiro.

—Bien.

—Ya, comiencen —Solomi nos observa divertida desde el aire.

Ría cierra los ojos y levanta los labios, por lo que me acerco y le doy un rápido beso.

—Listo.

—¿Eso es todo? —Solomi parece molesta—. ¡Quiero pasión! tal vez deberían olvidar su premio.

Ría la mira y se asusta debido a la posibilidad de perder su recompensa, luego me ve y con desespero, se arroja sobre mí, pegando sus labios a los míos, besando rápidamente.

—Más sensualidad, chicos —la divertida voz de Solomi es algo incomoda.

Tomo a ría por los hombros y la sigo, al principio me tomó por sorpresa, pero ahora comienzo a guiar despacio, seductor, no hay prisa, en un beso nunca debe haber prisa.

—Más, más saliva, más lengua, quiero más ruidos húmedos —el hada parece directora de película porno...

Mi lengua acaricia lentamente los labios de Ría y pronto se encuentra con la suya, ambos tuvimos incluso la posibilidad de lavarnos los dientes antes, así que el aroma a menta es bastante agradable.

—Eso es, no se detengan, no quiero que paren, quiero ver una larga sesión de besos —Solomi parece muy metida en esto, pero dada la facilidad con la que Ría está cooperando, no me molesta en realidad.

Llevo mis manos a su espalda baja y ella se abraza a mi cuello, tal vez podría dejarme llevar. Llevo mi mano más allá, su trasero sobresale bajo su capa y coloco mi mano encima.

Ella se sorprende y gimotea, pero enseguida recupera el ritmo, escucho un sonido de interés de Solomi y parece que todo va como ella quiere; ser sujeto a sus caprichos es incómodo, pero ciertamente, Ría no parece estar siendo obligada, así que aprieto.

Solomi's Dungeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora