VII

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Kageyama seguía con la incógnita de lo que había pasado aquel día. Hinata es raro, es consiente de ello, pero nunca lo había visto salir huyendo como aquella vez, incluso si estaba avergonzado o asustado Hinata no reaccionaba de esa forma, fue algo que aprendió con el tiempo.

Cuando se avergüenza si huye, pero no alejándose, simplemente desviando la mirada, una reacción para nada exagerada que incluso si no prestas atención podría pasar desapercibida, aunque claro, Hinata era malo para disimular, hasta Kageyama fue capaz de percatarse de esos pequeños detalles, pero también estaba donde buscaba pelea. Aun así, en realidad era muy raro verlo avergonzado.

Cuando tenía miedo solía ocultarse tras la primer persona que le pareciera fuerte y una buena fuente de protección, y en muchas ocasiones esta resultaba ser Kageyama. Como aquella vez donde un perro quería jugar con él y Hinata se asustó. Ama los perros y a los animales en general, pero ese lo tomo desprevenido, además de que ere grande y fuerte. Y no podía culparlo, estar tranquilo y que de repente veas un perro alto, fuerte y que parecía hasta musculoso corriendo directo a ti no era nada agradable, aquello mataba de un susto a cualquiera. Más si no conocías de nada al perro.

Pero la reacción de Hinata esta vez fue totalmente diferente, huyó por completo, su instinto de alejarse fue más fuerte que buscar protección. Había algo claro y es que lo que sea que haya puesto a Hinata de esa forma debía permanecer lejos de él. Aunque también estaba la posibilidad de que fuera lo que el decía; una simple urgencia al baño. 

Pero las cosas no concordaban, su comportamiento no era coherente; primero había entrado muy animado para después interrumpirse abruptamente a si mismo, luego estaba el hecho de que parecía asustado cuando Kageyama lo encontró y por último el abrazo inesperado. ¿Si solo fue a defecar por qué le daría un abrazo como si buscara protección?. Eso es lo que dejaba confundido a Kageyama y el incubo no colaboraba; evitaba el tema, le restaba importancia e incluso le pedía explícitamente que lo olvidara.

Sabía que algo raro pasaba y no podía hacer nada para ayudar, porque su única pista era Hinata y este se negaba a cooperar en lo absoluto. Los últimos días había permanecido callado, pensativo y hasta decaído, era como aquella vez en la que pensaron que estaba enfermo pero esta vez se sentía un aire más deprimente que comenzaba a recaer en los que le rodeaban. Kageyama harto de esta situación decidió presionar un poco más, hacerlo hablar.

-Hinata, tenemos que hablar -Se levantó de la silla con la decisión en su rostro. Tenía asuntos importantes que atender y más tarde tendría nuevamente una junta, se estaba retrasando pero ahora mismo no es algo que le importara o fuera su prioridad.

-¿Qué pasa? -Dejó lo papeles que sostenía. La verdad no eran nada entretenidos pero necesitaba leerlos si quería ayudar a Kageyama de la mejor manera posible, si fuera por voluntad propia no estaría leyendo los papeles llenos de gráficas representativas y palabras del léxico avanzado. Cosa que por cierto había estado aprendiendo más y más, aumentando su vocabulario.

-Tenemos que hablar de lo que pasó aquella vez -Dijo serio y Hinata de nuevo desvió la mirada, volviendo a leer los anteriores papeles en un intento de escapar. Kageyama se acercó y con cuidado de no romperlos se los quitó -Hablo en serio Hinata, no puedes evadir esto más tiempo.

Incubo -Kagehina-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora