Incubo -Kagehina-

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Era cómodo estar de esa forma con Kageyama, el más alto estaba totalmente preocupado por Hinata, tanto así que después de resolver el problema con la energía se mantuvo a su lado, dándole caricias y mimos que Hinata aceptaba gustoso. Recibir caricias luego de consumar el acto, aun desnudos y un poco acelerados, era algo a lo que se acostumbró rápidamente, y es que Kageyama podía ser muy cariñoso y apegado después de todo aquello, como si intentara consolarle o disipar cualquier dolor inexistente que Hinata pudiera tener. Pero esta vez Kageyama estaba siendo más insistente y no le molestaba en lo absoluto, era tierno incluso.

Con Kageyama besándole los hombros, cuello y parte de la espalada, podía sentir los ligeros cosquilleos que provocaban en su piel y el amor burbujeante en su estómago, beso a beso iba monopolizando toda aquella zona, sin dejar marcas pero seguiría siendo algo que ambos recordarían con cariño.

-Si sigues así terminaras por comerte toda mi espalda -Bromeó Hinata mientras se estiraba y le mostraba más carne a Kageyama que pudiera marcar con sus besos. El más ato, gustoso, también descendió por la espalda, hasta llegar al final de esta, dejo un beso en cada posadera -¿También me comerás ahí?

-Si me dejas si -Con sus manos amasó aquella parte pero no hizo nada más que besar y después subir nuevamente hasta los hombros, dejando un beso en la punta de uno de ellos -Tengo bastante hambre -Susurró calmado, acomodándose en el hueco del cuello y el hombro.

-Que casualidad, yo tengo mucho para darte de comer -Giró sobre sí mismo y atrapó entre sus labios los de Kageyama, iniciando con un beso calmado y lento, aun no se reponían totalmente pero tampoco ocultarían el hecho de que querían llevarlo más lejos.

En estas veces es cuando Hinata piensa sobre las cosas, ¿Cómo es que llegó a enamorarse tanto de Kageyama?, aunque intente saberlo tampoco es que se esmere en buscar respuesta, simplemente es así y no piensa luchar contra ello. Sabe que él y Kageyama no son nada realmente, pero mientras solo él pueda tener momentos así de íntimos con el más alto entonces no necesita ponerle una etiqueta a su relación, es feliz en la manera que vive ahora mismo.

¿Pero que pasará en el futuro?

La amenaza indirecta de Kato es algo que no puede pasar desapercibido, no puede simplemente sacárselo de la mente y pensar que todo esta bien, el mundo no es color de rosa y no todo puede salir bien. Hinata se permite abrir un poco los ojos, viendo frente a él a Kageyama, con las mejillas rojas, ojos cerrados y una expresión de concentración, pero parece feliz, Kageyama también es feliz. Y lo merece.

¿Qué pasaría si él se fuera?. No puede negar que gente sufriría, porque aunque no fue su intención terminó siendo importante para muchas personas, Sugawara, Nishinoya, Tanaka, Yamaguchi, Yachi, incluso Tsukishima, toda la gente que ese día se había preocupado por él demostraron ser sus verdaderos amigos, y Hinata también les quiere.

El más bajo corta el beso y oculta el rostro en las clavículas de Kageyama, no quiere pero no puede evitar derramar lagrima tras lagrima, recordando que posiblemente en menos de lo que piensa, perderá todo eso, todo lo que tiene y a todos los seres que más ama. No está en su decisión cambiar eso o no, no depende de él la locura de Kato y eso solo lo orilla a actuar de la forma que Kato quiere, su única opción es ceder y resignarse, y eso significa alejarse de todos, en especial de Kageyama. No puede permanecer más tiempo a su lado y alejarse también le hará daño, no puede tomar una decisión certera cuando sus sentimientos se interponen entre lo que debe hacer y lo que realmente quiere hacer, y no son solo los propios, los sentimientos de cada persona que ha conocido están involucrados, teme dañarles, pero en este punto es imposible que no salga lastimado más de uno.