XII

271 23 7
                                    

_.-._.*._.-._✨⭐✨_.-._.*._.-._

.

.

.



Mal. Todo mal. Todo había salido mal. Pésimo. Horrible. Y no había nada que pudieran hacer para solucionarlo.

Al principio las cosas estaban saliendo como debían, Kato fue convocado a un juicio y sería sentenciado, pero logró evadirlo pagando una multa por una gran suma de dinero, cosa que lamentablemente el juez aceptó. Se había librado de irse preso y eso ponía de nervios a Hinata, porque estaba seguro de que Kato estaba muy molesto y no se quedaría de brazos cruzados.

Desde entonces Hinata había estado más paranoico, sus ataques de pánico había comenzado a ser cada vez más frecuentes y fuertes, Kageyama hacía lo posible por mantenerlo a salvo y bajo control y el resto de sus amigos estaba preocupados por el estado del más bajo y por la situación en sí. Aunque intentaron apelar por una sentencia justa; no fueron escuchados.

—Hinata, calma, estoy aquí contigo, todo va a salir bien —Cómo había comenzado a ser común, Kageyama intentaba tranquilizar al más bajo en medio de su desesperación.

—Va a volver, lo hará, los va a lastimar, me va a lastimar, te va a lastimar a ti, es mi culpa, mía, mi culpa —Repetía una y otra entre respiraciones aceleradas, con el cuerpo temblando y los ojos perdidos en un punto. No lograba escuchar a Kageyama en medio de todos sus lamentos y esto le estaba complicando las cosas al azabache.

—Hinata, por favor escúchame, todo va a salir bien, estamos aquí para ti —Intentaba abrazarlo y calmarlo de esa forma, porque las palabras no estaban funcionando y no lo harían si Hinata no lograba escucharlas. Poco a poco, bajo la calidez de los brazos del más alto, Hinata logro tranquilizarse, Kageyama volvió a usar palabras, siendo esta vez escuchadas por el pelinaranja y sirviendo un poco más.

—Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento —Repetía entre llanto, porque se sentía culpable, les había ocasionado inseguridad a sus amigos, la cosa que quería evitar desde el principio y ya no había nada que pudiera hacer para evitarlo. Kato iría a por todos ellos y no podía hacer nada para evitar ese final.

—Ya te dije que todo estará bien.

—¿Cómo sabes eso?, ¿Cómo puedes asegurarlo? —Se separó del abrazo, mirando directamente a los ojos azules de Kageyama —¿Cómo puedes decirme que todo estará bien cuando no lo sabes? Conozco a Kato, sé de lo que es capaz, se lo que hará y no somos rivales para él.

—¿Crees que ese será el final? —Se acomodó mejor, atrayendo a Hinata sobre él, dejándolo sentado sobre su regazo para abrazarlo más cómodamente.

—Estoy seguro.

—¿Si?, ¿Cuál creías que sería el final antes de que salieras del libro? —Preguntó, ya sabía la respuesta, pero quería escucharla del propio Hinata.

—Eso qué importa —Pasó sus brazos por detrás del cuello de Kageyama, recargando su cabeza sobre el hombro del más alto.

—Solo responde —Dio un apretón en las posaderas de Hinata, haciendo que diera un saltito y se sonrojara, para que al final se ocultara un poco. Kageyama sonrió ante su reacción tan tierna.

—Creía... Creía que él me encontraría, me sacaría del libro y volvería a mi vida de antes... —Apretó el abrazo, sintiéndose nervioso al sentir la mano de Kageyama sobre su trasero. Era absurdo ponerse así, por dios era un maldito incubo, la vergüenza era algo de lo que carecía desde nacimiento, pero todo lo que estaba sucediendo lo ponía tan nervioso que incluso había logrado ponerse un poco avergonzado, sobre todo porque Kageyama estaba viendo partes de él que nadie antes había visto y eso le ponía nervioso también, temía no gustarle.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 17, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Incubo -Kagehina-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora