18 - Presentaciones

4 5 0
                                    

Haise:

Ya pasó un mes y unas semanas desde que Adrián y yo peleamos. Estamos en víspera de halloween, 30 de octubre. Hoy es domingo, pero hoy Hiro y yo no entrenamos, estamos en una ocasión especial. En estos momentos son las diez de la mañana, estamos decorando en el frente de mi casa con Hiro, Albert, Leo, Jasmine, mi padre y mi abuelo paterno Evandro.

Mis abuelos se mudaron de La Habana a casa hace unas semanas, porque Mamá no siempre va a estar aquí por su nuevo trabajo en Holguín. Agradezco que vinieran a casa, me dijeron que desde hace cuatro años no les veía. Mi abuela se llama Cassandra; es una señora de muy avanzada edad, igual que abuelo Evandro; ambos tienen el pelo completamente blanco por las canas y sus años de experiencia; ella tiene los ojos verdes y mirada adorable. Es una ternura de abuela; es un poquito más baja que yo.

Mi abuelo tiene los ojos de color negro como la oscuridad de la noche; mirada seria pero igual es adorable; tiene los labios carnosos y cara arrugada por la vejez, y por último, es un poco más alto que yo, apenas unos centímetros.

—Haise, ayudame con esto —exclama mi hermano menor a ruegos, tiene dificultad para poner una hoja de palma en la cerca como decoración.

—¡Ya voy! —termino de decorar mi parte para ir a ayudar a Hiro con lo suyo.

—No olviden las calabazas —agrega mi abuelo, mientras el coloca una hoja de palma.

—Papá, eso será después de que acabemos con las hojas —le dice mi padre a mi abuelo.

—Hijo, tienes razón.

Después de unos minutos trabajando en la decoración del frente de la casa, todos hacemos nuestras propias cosas. Yo en estos momentos estoy caminando con Hiro hacia la casa de Carla. Hoy me pidió que me presentara con sus tíos, mañana la presentaré a mi casa. ¡Tenemos un mes desde que nos volvimos novios!

Al llegar, noto que todo está bien decorado, pero ella me había dicho que no tenía nada que hacer, por eso la había invitado a mi casa. Hiro y yo estamos parados en estos momentos en la puerta cuando toco el timbre, y al rato una sonriente Carla abre la puerta.

—Ca-ri-ño, viniste —nos damos un beso corto, Hiro parece estar un poco incomodo, así que mi novia lo saluda —Buenos días, cuñado.

Ok, admito una cosa, Hiro está más rojo que un tomate, pero el no se queda callado.

—Bu-buenos días.

—Hiro, deja la pena a un lado. Carla no muerde —Carla me da una mirada de “¿es en serio?”, y yo la miro como si no hubiese dicho nada.

—V-vale —asiente mi hermano un poco penoso.

—¿Entramos ya? —agrego para cambiar el tema.

—Vamos, mis tíos esperan.

—Carla —la llamo y ella se gira hacia mí antes de entrar— Después quiero conversar contigo sobre algo importante.

—Vale.

Al entrar a la sala, vemos a sus tíos sentados con una expresión de espera. Al vernos, sonríen a boca cerrada y se levantan de sus asientos, mis manos están sudadas, esta es la primera vez que me presento en la familia de una novia, de mi primera novia.

—Tío, tía, el es Haise, mi novio —ella me señala y yo asiento con la cabeza.

—U-un gusto conocerlos.

—Un gusto Haise, mi nombre es Cecilia, él es mi esposo Pedro —dice la señora de pelo negro al igual que sus ojos, este está recogido por una cola de caballo; ella aparenta ser una persona alegre por su sonrisa.

Entre mis recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora