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-Ya te lo había propuesto-le dice Sesshomaru.

-podrías tener a cualquiera.

-te quiero a ti-ella se sonroja y le sonríe, entonces se besan para luego abrazarse-quiero que este tiempo pienses seriamente en casarte conmigo-le susurra al oído, ella vuelve a sonrojarse-no te preocupes por nada nos haremos cargo de todo.

-abogado-le dice el policía-debo llevarla-se vuelven a abrazar para luego de separarse irse.

-año y medio pasara rápido-le dice Kikyo.

-me sorprende joven Ribero-le dice el fiscal-debí suponerlo, después de todo estaba muy interesado del bienestar de la señorita.

-la conozco perfectamente, sé de lo que es capaz y es capaz de ser mucho mejor que usted y yo, solo tomó mala decisiones porque estaba sola, todos le dieron la espalda siendo una niña, pero ya no esta sola, yo estoy a su lado y la ayudaré siempre.

-muy loable de su parte, eso si joven Ribero, alejese de mi sobrina o iré por usted por burlarse de ella.

-el señor Ribero tiene una relación y mucho antes de iniciarla ya había roto cualquier lazo con la señoría Edwot, no necesita advertirle nada-le dice Kikyo-y espero no sea una amenaza señor fiscal.

-Por supuesto que no. Señores, señorita-se va.

-como supiste que era el tío de la loca?-pregunta Miroku.

-lo sospeché-mira a Sesshomaru-tu despacho sigue esperándote.

-soy un profesor.

-puedes ser ambos-le dice Bankotsu.

-lo pensaré

-los estaremos esperando-le dice Miroku.

Durante año y medio 11 niños fueron adoptados y la casa hogar era modelo de excelencia, tanto que las clases fueron abiertas a niños con familia. Inuyasha gerenciaba el lugar, para hacerlo mejor estudiaba sobre ello en la universidad, Sesshomaru le ayudaba y asesoraba, además de seguir en la universidad, al principio lo hacían a un lado ahora que sabían de su relación con Rin pero a él poco le importo, además pactó con el rector para dar tres semestres, tiempo suficiente para que buscara otro profesor, definitivamente no les convenía que se retirara antes de que culminara el semestre.

El día que todos ansiaban llegó y Rin fue liberada, a la salida la esperaba el chico que cada semana la visitaba y la hacia sentir querida, se abrazaron y besaron.

-ya eres libre-la mira a los ojos-pensaste en mi propuesta de matrimonio?-ella se sonroja, el amaba que lo hiciera.

-lo hice ¿estás seguro?-él le muestra un anillo.

-nunca estuve tan seguro-ella asiente y él le pone el anillo para luego besarla.

Róbame el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora