XII

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Iba a sujetarla y demostrarle quien era él cuando alguien lo haló de sus ropas, bajó la vista y vio a una niña de unos 7años que le sonreía.

-tú eres el que huele así de rico, así olía mi hermanita cuando enfermé ¿andaban juntos?- Sesshomaru miró al frente y vió a la chica sonrojarse y a su hermano confundido, sin decir nada se fue, no quería dar explicaciones, además tenía mucho que pensar, por no hacerlo casi besa a la ladrona, y besar era decir poco de lo que le hubiera hecho allí mismo frente a todos.

-estuviste con mi hermano?-Lin lo mira.

-tú sabias-él baja la vista, sentía una opresión en el pecho.

-no sabia nada.

-cuando los niños enfermaron me llevó por medicamentos, él dijo que tú le pediste que me ayudara-Inuyasha la mira, ella se veía extrañada-acepté su ayuda solo por eso.

-fue eso?-sonríe aliviado-creí que tú y mi hermano...

-qué?-él se sonrojo y ella cayó en cuenta-Qué?!No! Nunca! Él y yo?para empezar nos detestamos-él ríe.

-disculpa, creo entendí mal.

-que horror!-estaba roja, él se le acercó y tomó su mano.

-vamos a la piscina otra vez.

-pero no me sueltes, viste que no sé nadar.

-te sujetaré fuerte- él sonrió, era lo que mas quería, sujetarla y no soltarla, tenerla cerca suyo para siempre, pero era muy tímido para decírselo, moría por dentro con ganas de besarla y decirle lo que sentía por ella pero simplemente las palabras no le salían. Esa noche fue a ver a su hermano.

-al fin se fueron y yo trabajo ¿que quieres ahora Inuyasha?

-no sabía lo de las medicinas.

-no tiene importancia.

-La tiene viniendo de ti.

-un remordimiento xq la vi y asumí que robaba.

-pues hoy fuiste muy grosero nuevamente.

-ella no es un melón dulce.

-eres educador, da el ejemplo, ni siquiera enseñarle...

-si te digo que lo haré, me dejarías en paz?

-de verdad? Por supuesto!

-el lunes a la 1 pm estaré libre, que no falte.

-gracias Sesshomaru! Eres el mejor-se va y él resopla, ahora tendría que concentrarse mas con ella.

-recuerda que posiblemente sea menor-murmura.

El lunes llegó y Lin se dirigía al despacho poco convencida, nunca había estado allí y tendría que soportar al tipejo engreído que le daría clases.

-vamos, no te va a comer-le daba animos.

-si termina uno muerto no es mi culpa- él se ríe.

-todo ira bien-abre la puerta, allí ya estaba Sesshomaru.

-el tiempo es oro-dijo sin mirarlos-tengo una reunión a las 2pm, si no les interesa...

-disculpa, fue mi culpa-dice Inuyasha-la distraje.

-entonces no puedes estar presente.

Róbame el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora