Moon Bin abre un portal que tal vez no debió.
-¿D-donde estoy?.
Myung Jun salía de prisa a su trabajo, pero un extraño joven hará que su mundo de un giro inesperado.
-Binnie, no te vayas..
☽Inicio de la historia: 04/05/2022☀︎
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✧Narradora✧
Moon Bin caminaba hacia su hogar, la prisa era obvia pero no quería correr por su terrible dolor de pies, las nubes grises comenzaban a tornarse cada vez más oscuras señal que pronto lloverá y para la mala suerte de Bin, el no llevaba nada con que pudiera cubrirse. Las gotas de la lluvia habían comenzado a caer, Bin se detuvo en la parada de autobús esperando a que la lluvia que cada vez era más fuerte se calmara, al menos ahí estaba la gran sombrilla que les cubría.
Bin miro con desespero la carretera mojada, viendo como las gotas caían y hacían aquel característico sonido de las gotas al caer, además de aquel aroma a tierra húmeda que inundaba sus fosas nasales. Bin se asustó un poco cuando un hombre mayor se acercó a el y tocó su hombro.
—Toma, para que cubras la lluvia—la voz del hombre era suave, el anciano le dio una sonrisa y Bin sintió que aquella sonrisa la había visto en alguna parte.
—No es necesario señor en serio—habló Bin cordialmente rechazando la sombrilla del hombre, pues sentía que entonces el señor se mojara por tomar aquella sombrilla, el hombre vestía con ropa normal pero en su cuello relucía un collar de lo que parecía ser oro, era la cadena y un anillo resaltaba ahí, pues tenía dibujado una media Luna y un nombre que no pudo alcanzar a leer.
—Tengo una extra, no te preocupes por mi—habló nuevamente el hombre, Bin finalmente accedió y lo tomó con una sonrisa.
—Gracias señor...
Bin había hecho una pequeña reverencia y había abierto la sombrilla para comenzar a adentrarse a la lluvia.
El hombre vio como Bin se perdía entre la multitud, sus ojos se llenaron de lágrimas y su mano se dirigió inmediatamente al anillo que llevaba colgado en el cuello. Cerro los ojos por un segundo, era el único que quedaba en esa gran sombrilla, aunque poco le importó que la gente le mirará.
—"Te vez exactamente igual que la última vez que te ví cariño"— pronunció el hombre en voz baja, su pecho dolía pero sabía que aun no era tiempo para que Bin le recordará. —"t-te extrañe demaciado".
Abrió los ojos y su mirada se dirigió a su anillo, pues arriba de la media Luna que tenía pintaba había un "Moon Bin" visible aún, sonrió tristemente y abrió su sombrilla para comenzar a adentrarse a la multitud y la lluvia que aun caía, como si las nubes lloraran por aquel melancólico reencuentro.
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