Los Guerreros Clannad: El Continente Solthis

Cap 2: El Origen de los Glowers

Minutos después.
(Ruta de Joel)

Joel Ward, después de consolarse a si mismo por la muerte de sus compañeros, se quedó observando alrededor de la carpa en la que se encontraba, hallando por ahí mismo su mochila de explorador en una esquina, acercándose lentamente se agachó para seguido revisarla y esperar encontrar sus pertenencias, sin embargo está estaba totalmente vacía.

- Veo que ya estás mejor... - Dijo una voz detrás de el. Este rápidamente se volteo logrando ver así a Hanako, que había vuelto de ver a su capitán - Nos hemos apropiado temporalmente de todas tus pertenencias... Ya sabes, por seguridad. Una vez veas al capitán, el decidirá si te las devolvemos o no.

Joel la miro con seriedad por algunos segundos para acto seguido levantarse con un poco de dificultad mientras se sacudía la ropa.

- Entiendo, después de todo soy un forastero desconocido... Es mejor tomar precauciones *suspira* el fin, estoy listo para ver a su capitán.

Hanako asintió y seguido se hizo a un lado para señalarle la salida.

- Después de ti, ¿puedes caminar solo?.

- Si tranquila, creo que podré con esto gracias.-
Respondió Joel, dirigiéndose a la salida mientras cojeaba.

Al salir de la carpa, vio como era de esperarse un montón de estás por el campamento, sumando varios samuráis entrenando, llevando carretas con suministros a las carpas mientras que otros limaban sus katanas, etc.

- A la mierda...

Joel estaba sorprendido, no tenía ni idea de dónde se encontraba y no dejo de pensar de que ahora se encontraba muy lejos de su hogar.

- Por aquí.-
Dijo Hanako llamando la atención de Joel.

- Ah S-Si.-
Respondió rápidamente y acto seguido empezó a seguirla.

Sin evitar mirar el campamento, observó con más detalle a los samuráis.

- Pensé que los samuráis estaban extintos...-
Murmuró Joel.

- No te culpo por creerlo.-
Respondió Hanako, sorprendiendo a Joel.

- (¿Me escucho?) - Pensó - (Está mujer tiene el oído muy agudo...) Ejem, perdón si te ofendí.

- No pasa nada, muchos forasteros en Solthis dieron por muerto a los samuráis después de la caída de Hakikendo y Hykoriyi, las ciudades más grandes del continente, o eso eran hace varios años atrás.

- Leí sobre ellos - Dijo Joel - Se dice que un gran grupo, o más bien una organización armada acabo con dichas ciudades...

- Conoces la historia - Dijo Hanako - Si... Fue una masacre... Teníamos familiares en esa ciudad, inocentes... Y fueron asesinados sin piedad por esas personas... Personas del exterior, por eso Katsu...

Está se detuvo, apretando sus puños, recordando a una preciada amiga de Hakikendo también del clan ninja.

- Lo siento... - Dijo Joel con seriedad - Supongo que muchos me verán con malos ojos, me disculpo profundamente de parte de ellos, aunque supongo que un perdón no hará que regresen... de verdad lamento tu perd-

- Tranquilo - Le interrumpió ella, volviendo a caminar - No tengo resentimientos contigo, además fue hace años, seguir lamentándolo solo hará que se nos abra una nueva debilidad que podría aprovechar nuestro enemigo.

Joel no respondió y siguió avanzando, volviendo a ver a otro samurái que se encontraba frente a un bambú muy grueso, mantenía sus ojos cerrados mientras tenía su mano derecha sobre la empuñadura de su katana, respirando profundamente, este abrió sus ojos y en seguida desenvainó dicha kanata, dirigiéndola rápidamente hacia el bambú, sin embargo este se detuvo en seco, teniendo el bambú a pocos centímetros de la katana.