Los Guerreros Clannad: El Continente Solthis

Cap 5: Lo que una Líder Gobernante debe hacer

Domingo 2 de Marzo de 2014, 8:06 AM.
(Temporada de vacaciones, 1 día para las clases...)
Clima: Nublado.
Lugar: Gensokyo, Templo Hakurei.
(Ruta de Marisa)

Han pasado 9 meses desde lo ocurrido en ciudad Stan Line y la noticia del fallecimiento de una de los tres líderes Gobernantes, Reimu Hakurei no fue tan bien digerida por los habitantes de gensokyo, especialmente los que estaban en alianza con la familia Hakurei, ahora que ella no estaba ¿en quien podrían confiar? Los Blakezill no tenían para nada buena reputación, cómo se había mencionado eran odiados por muchos de los habitantes por su mala conducta y puesto de líder gobernante mal merecido injustamente por Jonny Blakezill. Varios querían que renunciarán de una vez a su puesto para elegir a un nuevo gobernante.

En cuando a las Scarlet, a diferencia de los Blakezill ellas si tenían a sus grupos de alianza, sin embargo muchos de los que estaban del bando de la familia Hakurei les temían y Reimu era la única que ellos creían que le podría plantar cara en caso de que vuelva a pasar lo de hace 20 años atrás con aquel vampiro que intento apoderarse de Gensokyo, el padre de Remilia y como era de esperarse, esta al tener esa conducta de superioridad y el título de "líder suprema" puede que la tragedia se vuelva a repetir...

Ahora nos encontramos en el presente, el templo Hakurei era ahora como una tumba de la difunta líder gobernante Reimu. Muchos de los habitantes y miembros de la alianza han rezado, dejado varios regalos y ofrendas al templo y claro, Marisa no iba a ser la excepción. La bruja se encontraba frente al Templo, manteniendo sus ojos cerrados mientras juntaba las palmas de sus manos, estuvo así por unos segundos hasta que abrió su único ojo, mirando al frente saco una botella de alcohol para luego servirla en dos pequeños vasos que tenía a su lado, tomando uno de ellos y dando un brindis.

- Salud... Por nuestra eterna amistad... No olvidaré la promesa.-
Murmuró Marisa, empezando a beber.

Pasaron los minutos y Marisa se levantó. Dió una reverencia para luego dar media vuelta y retirarse, aunque no antes hechar un vistazo a las ofrendas del templo, viendo unos ramos de flores violetas que le llamaba mucho la atención.

- Esas violetas... siempre hay un nuevo ramo semana y las que se marchitan desaparecen... ¿Quién será el que las ofrece? Sea quien sea, esa persona debe extrañarla mucho...

Marisa sonrió para ya finalmente, empezar a irse del templo.

El pasado (9 meses atrás).

Marisa despertó, se encontraba en un lugar completamente a oscuras, confundida se levantó y empezó a mirar a su alrededor, sin embargo no podía ver absolutamente nada, lo cual opto por llamar a alguien, quien fuera para que le explicará dónde estaba. Justo en ese momento algo apareció frente a ella o más bien, se iluminó algo... una guillotina que estaba sobre una gran plataforma de madera.

- Eso es.... ¿Una guillotina?... - Se preguntó Marisa intentando acercarse, sin embargo algo le impedía moverse de dónde estaba, volteando detrás suya vio que se trataba de una bola de hierro que tenía encadenado a su pierna izquierda - ¿Qué está pasando?...

La bruja se agachó para intentar quitarse la cadena, mientras lo hacia sintió la presencia de otras personas cerca, ella volteo en seguida para ver de quienes se trataban.
Eran Erika Hexedroll que escoltaba esposada a Reimu Hakurei, empezando a subir los escalones de la plataforma de madera en dirección a la guillotina.

- ¡¿Reimu?! - Exclamó Marisa yendo por ella pero la bola de hierro se lo impedía - Tch... Reimu, ¡¿que haces?!.

La mencionada no la escucho, simplemente obedecía a Erika, colocando su cabeza en la ya mencionada guillotina, Marisa estaba confundida y a la vez asustada, llamando una y otra vez a su amiga, pero de poco servía ya que ni Reimu ni Erika le prestaban atención por muy fuerte que gritara.